El director del INAH, Diego Prieto, reconoció que sabían del traslado de la colección Patterson de Múnich a París desde hace unos meses, pero no lo pudieron evitar porque son “dos países donde rigen otras leyes y no las mexicanas”.

“Sabíamos desde hace unos meses, cuando vino la Ministra de Cultura de Alemania platicamos con ella y estuvo con la secretaria de Cultura”, declaró a la prensa.

Cuestionado sobre la postura del INAH respecto al traslado de los 689 bienes culturales mexicanos que todavía permanecen en esa polémico acervo que el coleccionista ya trasladó a Francia, el funcionario destacó que el instituto ha sido tajante, pues se trata de una colección ilegal, aunque reconoció que para el gobierno mexicano ha sido difícil comprobar que las piezas en manos del costarricense salieron de manera ilegal de México.

Hasta ahora, México sólo ha podido reclamar un par de objetos de madera. “Ellos dicen que sólo las podrían regresar si demostramos que salieron del país ilegalmente, después de la firma de los convenios de tráfico ilícito de bienes culturales y no es fácil”.

Indicó que el INAH continuará con el reclamo del resto de las piezas que estaban incautadas en Múnich, pero que, según el diario español El País, ya están en una bodega de París. “Tendremos que ejercer nuestros recursos jurídicos, no son fáciles; tenemos que ir viendo en qué casos podemos echar el guante a ese señor”.

México estaba a la espera de la restitución del lote de 691 piezas de la colección Patterson, que las autoridades alemanas mantenían incautadas en Múnich.

En 2015, la PGR, el INAH y la SRE gestionaban ante Alemania la restitución de las piezas mexicanas originales.

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