La escritora y académica mexicana Margo Glantz recibió hoy el doctorado honoris causa en la Universidad de Guadalajara , donde se reconoció su capacidad para "construir un territorio propio" que desafía "el quehacer literario tradicional".
En el evento, desarrollado en el paraninfo Enrique Díaz de León y enmarcado en la 31 edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara , Glantz recogió la medalla conmemorativa y el reconocimiento en el que se resaltó su contribución a las letras hispánicas y a la formación de varias generaciones.
El rector de la institución educativa, Tonatiuh Bravo , dijo que la literatura de la autora de 87 años se caracteriza por "la libertad estilística que la coloca en la vanguardia de las letras mexicanas del siglo XXI".
Asimismo, destacó su trabajo ensayístico con Sor Juana Inés de la Cruz , a la cual dedicó varios textos, así como la empatía que demostró con el "carácter apasionado" de la poeta novohispana.
La mirada de la autora, subrayó Bravo, contrasta con la de la tradición crítica, que convirtió a Sor Juana en "un personaje literario unidimensional".
En ocasiones, la propia Glantz ha advertido que esto se debe a que "hay toda una corriente reaccionaria que quiere ver a Sor Juana como una santa".
Glantz, quien recientemente fue nombrada ganadora del premio Alfonso Reyes , que concede anualmente el Colegio de México , ha desarrollado en su escritura la técnica de la fragmentación, "de la impronta breve, la imagen literaria que capta el detalle" y que permite al lector que dé unidad y construya el texto.
Fue la escritora -recordó Córdova- quien nombró a los escritores del movimiento literario La Onda: "Su mirada siempre atenta y abierta a la innovación no solo desentrañó el significado de estos nuevos contenidos, sino el valor idiomático y estético de un lenguaje procaz que esta nueva generación plasmó en su narrativa".
En su discurso, Glantz habló sobre Juan Rulfo , autor del que se cumple su centenario este año, y concretamente sobre su obra Pedro Páramo .
Resaltó que, gracias a la publicación de los cuadernos del escritor (1917-1986), se puede comprender cómo realizó un "ejercicio de borraduras", suprimiendo todas esas ideas con las que los autores llenan los vacíos en la narración, según él mismo explicaba.
Es en estos cuadernos donde "se advierte el procedimiento esencial en las obras de Rulfo" en la escritura, huyendo de los términos superfluos y la adjetivación.
También en ellos se puede constatar la búsqueda del autor para encontrar nombres con sonoridad para sus personajes, como el de Susana San Juan .
A los mexicanos "nadie nos conoce como hijos de Pedro Páramo ", afirmó la escritora, quien se adentró en los pormenores de la "curiosa y perversa relación con la paternidad" que teje la novela.
nrv