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Cerca de 500 intelectuales pidieron hoy en una carta abierta dirigida al ministro de Cultura de Polonia que cesen los cambios en el contenido del museo de la II Guerra Mundial de Gdansk, inaugurado el pasado marzo en medio de la polémica porque el Gobierno no lo consideraba lo suficientemente patriótico.
En la misiva se critican las modificaciones realizadas en los últimos días en la exposición del centro, donde se ha cambiado la película que servía de cierre a la visita del museo.
"El museo de Gdansk nació para mostrar los efectos de la II Guerra Mundial en Polonia, pero también para presentar el carácter universal del sufrimiento humano", recuerdan los firmantes de la carta.
"Estamos indignados por la decisión de la dirección actual del museo de reemplazar la película final que combina el contenido de la exposición con un mensaje universal sobre la continuidad de la historia, para mostrar que los crímenes de guerra, las revoluciones sangrientas, pero también la resistencia a la opresión y al totalitarismo se siguen produciendo hoy en día", añaden.
El nuevo museo de Gdansk abrió sus puertas el pasado 23 de marzo a pesar de la oposición del Gobierno polaco, que consideraba que su contenido no era lo suficientemente patriótico al mostrar los efectos globales del conflicto, en vez de centrarse en el sufrimiento del país.
En Polonia gobierna desde 2015 el partido nacionalista Ley y Justicia, una formación que según sus detractores pretende cambiar las políticas de la memoria histórica con el objetivo de fomentar el nacionalismo polaco.
El centro, que comenzó a construirse en 2008 y ha costado más de 100 millones de euros, fue una apuesta personal del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, cuando era primer ministro de Polonia, y nació con el objetivo de convertirse en el museo más importante del conflicto a nivel mundial.
El director fundador del museo, Pawel Machcewicz, explicó tras su inauguración que los objetivos historiográficos del museo son mostrar el impacto que la II Guerra Mundial tuvo tanto en Polonia como el mundo entero.
Precisó que la exhibición no se limita a los acontecimientos de 1939-1945, sino que va más allá y analiza la larga carrera hacia la guerra que precedió al conflicto.
Aunque las críticas del Ejecutivo no impidieron la inauguración, el pasado 5 de abril la Justicia polaca dio luz verde al plan del Gobierno para fusionar el Museo de la II Guerra Mundial con otro pequeño museo sobre la Batalla de Westerplatte (aún no construido), y permitir de esta manera destituir a Machcewicz para nombrar a Karol Nawrocki como nuevo director del museo.
nrv