El incendio del 7 de marzo en el Templo de Santiago Apóstol de Nurio —catalogado como la Catedral de los purépechas y Monumento Histórico por el INAH —, en el municipio de Paracho, Michoacán, se pudo haber evitado, pero no se hizo porque el gobierno de Michoacán no dio los recursos necesarios en 2019 y 2020 para llevar a cabo un proyecto que contemplaba el cambio de tejamanil, que es un tipo de teja de madera que ya estaba “extremadamente” seca.
“El incendio fue la suma de diversos factores y hay que decirlo con toda claridad. El incendio inició a las 16 horas en un día en que la temperatura era altísima y había vientos sumamente fuertes”, dijo Marco Antonio Rodríguez , director del Centro INAH Michoacán . Pero agregó que aunado a esos factores, está la falta de ejecución de un proyecto de mantenimiento.
“El tejamanil de la techumbre ya estaba muy seco y era evidente que tenía que haberse cambiado. En 2019, el INAH autorizó un proyecto que nos presentó la Secretaría de Cultura de Michoacán para intervenir ese inmueble y cambiar la techumbre de tejamanil . Ese proyecto fue seleccionado por Foremoba (Apoyo a Comunidades para Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos de Propiedad Federal, uno de los siete programas de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura federal).
19 MDP asignó la poliza de seguro con Agroase mex luego de las conciliaciones tras el incendio; antes había dado 1 millón 403 mil pesos.
Las llamas arrasaron con prácticamente todo el interior, sólo quedaron de pie los muros y la fachada del Templo de Santiago Apóstol de Nurio, en Paracho, Michoacán.
“Sin embargo, el proyecto no fue ejecutado porque, hasta donde tenemos información, el gobierno de Michoacán no tuvo para complementar los recursos de Foremoba, que en sus reglas de operación establece que una parte (50%) tiene que ser aportado por el Estado y otra por la Federación. En el momento en que el Estado no da su aportación, evidentemente el proyecto no prospera. En el 2020, la Secretaría de Cultura del estado siguió insistiendo, volvió a postular el proyecto, en esos procesos estaban cuando vino el problema”, dijo Rodríguez.
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La versión del director del Centro INAH Michoacán fue complementada por la Dirección de Sitios y Monumentos, que encabeza el arquitecto Arturo Balandrano. Detalló en una tarjeta informativa que en 2019 se iba restaurar el Conjunto Hospitalario de Nurio y se “contemplaba la rehabilitación de la techumbre del templo, con base en restitución de cubierta de tejamanil en mal estado, consolidación de muros con base en inyección de grietas menores, recuperación de aplanados y pintura a la cal; restauración de Cruz Atrial con rejunteos, rajueleado, nivelación de piso y sustitución de piezas de cantería con toba de la misma calidad y tonalidad, además de limpieza general de musgo y microflora parásita”.
“El proyecto no fue ejecutado, porque el gobierno de Michoacán no tuvo para complementar los recursos de Foremoba”
Marco Antonio Rodríguez, director del Centro INAH Michoacán
Pérdidas invaluables
El director del Centro INAH Michoacán dijo que el incendio fue un “terrible accidente”, resultado de la suma de las altas temperaturas, el viento y el tejamanil “extremadamente reseco que debió haber sido cambiado. Los peritos de la Fiscalía tendrán que decir qué fue lo que ocurrió”.
¿Es un incidente que pudo haberse evitado?, se le cuestionó. “Sí, definitivamente se pudo haber evitado. Hubo una asamblea durísima en la que la gente reclamó al gobierno federal, estatal y municipal la inacción; también ellos (los pobladores) reconocieron que habían tenido descuido en el inmueble”.
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Del templo sólo quedaron en pie muros y fachada. En un primer momento, el INAH hizo válida su póliza con Agroasemex, aseguradora que para trabajos preliminares liberó 1 millón 403 mil pesos y luego de la conciliación, asignó poco más de 19 millones para la restauración.
“Al interior había bienes muebles. Hemos identificado cinco grandes bloques de bienes muebles y 149 objetos fueron pérdida total. No teníamos registro de muchos de los objetos que se perdieron, los hemos identificado con la comunidad e investigadores. El recurso para restaurar los bienes muebles lo vamos a conciliar con el seguro”, indicó Marco Antonio Rodríguez.
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Añadió que el proyecto ejecutivo para restaurar el templo estará listo antes de que termine agosto. “Será un proceso de largo plazo, de tres a cuatro años, según lo que hemos platicado con especialistas. Estimamos que el templo pudiera estar concluido el próximo año, pero los detalles (pinturas, esculturas, sotocoro) son trabajos más lentos”.