Las obras de construcción de una nueva línea de tranvía en el centro de Río de Janeiro revelaron restos arqueológicos que muestran, de nuevo, la importancia de la ciudad fluminense en el comercio mundial de esclavos llegados de África.
En total, fueron encontrados tres sitios arqueológicos por la empresa VLT que construye nuevos tramos del moderno tranvía de Río, impulsado inicialmente en el marco de las Olimpiadas de 2016.
Uno de ellos es una antigua “tienda” de esclavos que habría estado activa durante el siglo XIX en la actual calle Miguel Couto , donde la empresa constructora informó que “por lo menos entre 1860 y 1874” se habría producido un “comercio de venta de africanos esclavizados y sus descendientes en Brasil”.
Foto: Notimex
Los historiadores señalan que Río de Janeiro fue uno de los centros mundiales más importantes de recepción y comercio de esclavos, que contribuyeron a desarrollar las minas de oro, los campos de algodón y de café del gigante sudamericano, un tráfico que provocó innumerables víctimas y sufrimiento.
“Los africanos esclavizados llegaban por el puerto de Río y, los que sobrevivían, eran comercializados en tiendas como la que fue localizada en las excavaciones”, explicó a Notimex la coordinadora de investigaciones en las obras de la línea del tranvía, Madu Gaspar.
Los historiadores calculan que fueron cuatro millones los africanos traídos a la fuerza a Brasil para ser esclavizados, de hecho 700 mil de ellos entre 1790 y 1830, cuando el comercio transatlántico pasó a ser ilegal en buena parte del mundo, excepto en el país sudamericano, donde no sería abolido hasta 1888.
Río fue un lugar de gran importancia en ese tráfico, así como la región del estado de Bahía, donde muchos llegaban desde África, sobre todo Angola y Mozambique, moribundos o ya muertos por el extenuante e insufrible viaje.
Por eso, en las excavaciones también fue hallado en Río un cementerio de esclavos que asociaciones civiles de la comunidad negra pidieron que no fuera abierto, por respeto a la memoria, por lo que será delimitado.
“Estaba destinado a la sepultura de africanos y descendientes que funcionó entre 1722 y 1769”, explicó Gaspar.
También fueron hallados en el centro de Río restos de una iglesia y objetos y esqueletos que pertenecerían a una cierta élite de la ciudad que habría sido enterrada cerca de la iglesia.
Como las obras del VLT no pueden parar, la empresa informó que retira los restos arqueológicos y, posteriormente, los sitios arqueológicos son tapados adecuadamente para que, bajo la camada de cemento, un día puedan ser eventualmente estudiados en mayor profundidad.
akc