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La reconstrucción del patrimonio cultural dañado por los sismos de septiembre será uno de los pendientes que la Secretaría de Cultura dejará para el nuevo gobierno. El plan para rescatar los más de 2 mil inmuebles históricos dañados está previsto, según la ruta contemplada, para que finalice en 2020, es decir, dos años después de que la nueva administración tome las riendas del sector cultural.

Consultados por este diario, enlaces culturales de los candidatos presidenciales hablan de sus propuestas para atender este tema que es una de las prioridades del sector.

Aunque en sus intervenciones públicas Alejandra Frausto ha hablado de su propuesta de involucrar a las comunidades en la recuperación de su patrimonio afectado, la candidata a secretaria de Cultura en caso de que Andrés Manuel López Obrador gane las elecciones del 1 de julio declinó hablar del tema. Su equipo de prensa aseguró que lo hará después de la jornada electoral en caso de que triunfe la coalición Juntos Haremos Historia.

Sin embargo, en un pequeño libro que este martes compartió en la Universidad del Claustro de Sor Juana, Frausto incluye el rescate del patrimonio como uno de los temas prioritarios de su proyecto. Propone “crear un fondo especial para la reconstrucción, que tenga además una función preventiva y prospectiva”. Señala que junto con las comunidades afectadas, se creará una escuela/taller de arte y oficios para la conservación y restauración. “Este modelo crecerá paulatinamente hasta lograr una escuela/taller en cada estado que tenga monumentos históricos”, dice.

Para Raúl Padilla, encargado de los temas culturales de la Coalición Por México al Frente, asegura que entre sus principales propuestas están terminar este mismo año el proceso de conciliación con Aseguradora Banorte y garantizar una primera erogación de 5 millones de pesos para acelarar el inicio de los trabajos, así como incentivar a las empresas que se han comprometido “otorgándoles incentivos fiscales y beneficios de imagen”.

Plantea emprender un programa de formación de restauradores a través de un sistema de becas y una ampliación de la matrícula en las escuelas públicas, así como crear, junto con INAH y/o universidades públicas, un programa de trabajo voluntario en la restauración del patrimonio; también propone crear cursos bajo demanda en técnicas de restauración patrimonial destinados a alumnos de bachillerato y adultos en reconversión laboral.

Ofrece trabajar con las escuelas de ingeniería y expertos en el tema en el diseño de sistemas antisísmicos para reforzar las estructuras de los inmuebles patrimoniales.

Por su parte, el historiador César Moheno, enlace cultural de José Antonio Meade, considera fundamental apoyar los trabajos que ya están en marcha, así como agilizar los trámites para obtener el monto de los seguros.

Coincide en que será primordial involucrar a las comunidades, las cuales también podrán obtener un beneficio económico al trabajar en la recuperación de sus templos y recintos dañados: “Será fundamental, a partir del 2 de julio, sentarnos con todos los involucrados, conocer los programas de la instituciones, los proyectos que se están desarrollando, apoyarlos, reforzarlos y sumarnos con toda la sociedad a hacer los trabajos de restauración. Esta tarea es parte de las directrices de la política pública de José Antonio Meade, estamos seguros que vamos a generar un bienestar económico para las familias a partir de la conservación del patrimonio cultural”.

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