Profesores y alumnos del Seminario Taller de Restauración de Arte Modeno y Contemporáneo de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía intervinieron la Tabla Nierika , atribuida al artista chamán José Benítez Sánchez (1938-2009).

La pieza, realizada con la técnica de estambre y cera de Campeche, da cuenta de elementos de la cosmovisión wixárika como la serpiente bicéfala, venados, mazorcas de maíz, figuras geométricas y fitomorfas, y forma parte del acervo del Museo Regional de Nayarit , donde permanecerá en exhibición hasta el próximo 8 de abril.

Se trata de una de las cinco tablas huicholas elaboradas con la técnica de estambre pegado con cera de Campeche sobre un soporte de madera, que forman parte del acervo del Museo Regional de Nayarit.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la pieza —de 123 cm de ancho por 244 cm de largo y 3.8 cm de grosor— fue creada en la década de 1970, posiblemente por el artista y chamán José Benítez y, desde 1974, pertenece al recinto.

Ana Lizeth Mata Delgado, profesora del Seminario, detalló que el cuadro mostraba deterioros importantes a nivel estructural e infestación de insectos ; el bastidor de madera de triplay estaba quebrado y tenía gran cantidad de orificios ocasionados por el ataque de termitas lo que impedía su manipulación, además la imagen presentaba pérdida de hilos, suciedad y elementos ajenos a la obra.

Sobre las representaciones wixárikas que se muestran en la tabla, la experta refirió que en la parte central se encuentra un águila bicéfala y en los laterales hay flores de maíz que representan el crecimiento, la vida, también se observa el sol naciente y se distingue un venado, animal mítico para el pueblo huichol; la pieza está enmarcada por tres líneas, una blanca, una negra y una roja.

Los cuadros de estambre hechos sobre una superficie plana de madera se conocen como nierika, sus dibujos representan al mundo de los dioses y también están inspirados en sueños y visiones; estas piezas son un producto de identidad cultural con el que se reconoce a los wixárikas.

Ana Lizeth Mata indicó que antes de iniciar los procesos de intervención se efectuó un diagnóstico apoyado por diversos análisis científicos, entre ellos radiografías, con las que se descubrió un ataque latente de termitas que originó daños en casi la totalidad de la madera, lo que debilitó la estructura de la obra.

Hizo un análisis con luz ultravioleta que permitió observar suciedad, cera en superficie y pérdida de materiales y color. Una vez que se efectuaron los procesos de limpieza se recuperaron muchas de las tonalidades originales.

Además realizaron estudios en el Laboratorio de Biología de la ENCRyM, para establecer cuál era el mejor proceso de fumigación local, y se determinó hacer el desbaste del triplay por el reverso con dos objetivos: eliminar el material dañado para dar paso a la estabilidad de la obra, y acceder al interior para eliminar por completo el ataque de termitas; este proceso fue el más delicado y se respetó la última capa de madera que soportaba los hilos y la cera.

La superficie de la obra se limpió con ayuda de aspiradora, brocha y bisturí; se retiraron los excesos de material ceroso sucio y polvo acumulado, hasta recuperar los colores intensos con los que fue creado. Para finalizar se hizo una reintegración cromática con colores pastel y se colocó una cinta protectora alrededor para que los hilos no se vuelvan a desprender.

nrv

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