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Los sismos del 7 y 19 de septiembre afectaron unas 30 zonas arqueológicas en diversos estados de la República. Una de las más afectadas y que requiere atención urgente es Monte Albán, en Oaxaca.

El sitio, reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad, registró daños graves en una de sus estructuras y derrumbes en el Juego de Pelota. “ Si no se atiende, se puede volver algo muy grave, podemos hablar de colapsos”, advirtió ayer Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador Nacional de Arqueología del INAH.

Añadió que la estructura sufrió algunos desprendimientos y fisuras, lo cual indica que hay algo interno que no está funcionando de forma adecuada. “Como ha llovido tanto, eso se convierte en una esponja. Parte del tratamiento que vamos a dar será rehabilitar drenajes prehispánicos para que toda el agua que cae no se quede acumulada ahí y se escurra”, dijo.

El arqueólogo indicó que los especialistas del INAH han estado trabajando con un equipo del Instituto de Ingeniería de la UNAM para hacer estudios estructurales en la zona. “Hemos estado haciendo visitas y valoraciones y ahí, ahora, se va a trabajar de manera muy profunda”.

Explicó que por su ubicación, en una parte alta, Monte Albán había sufrido algunos daños en sismos anteriores, “pero ahora sí merece un estudio muy profundo”. “Hay un cierto desequilibrio de las estructuras, pero todos son reversibles si los atacamos ahora y adecuadamente”, sostuvo.

El sitio arqueológico, uno de los más emblemáticos en el país, no ha cerrado sus puertas al público, pero el INAH ya restringió los accesos a la estructura dañada y al Juego de Pelota, donde se cayó parte de un muro.

Según Sánchez Nava, ya se realizaron trabajos preventivos, como apuntalamientos y se cubrieron las áreas afectadas. Especialistas estructurales y arquitectos están trabajando en la zona; el 20 de octubre, dijo, los ingenieros de la UNAM volverán al sitio para tomar decisiones sobre el tratamiento que se le dará a la estructura dañada. Indicó que ahora se encuentran en proceso de realización de estudios para elaborar un dictamen de los daños a fin de acceder a recursos del FONDEN, a los seguros del INAH y a fondos que podría aportar la UNESCO al ser un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad.

En el sur y centro del país hay otras zonas arqueológicas afectadas, como Xochicalco en Morelos, donde se registraron desprendimientos; Chiapa de Corzo y la Iglesia Vieja en Chiapas. En Oaxaca hay daños en Atzompa, Mitla y Dainzú . “No pasan de 30 las que tienen daños señalados, la más severa es Monte Albán”, aseguró el arqueólogo.

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