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Alaa al-Habashi
estaba buscando ingredientes para una fiesta del Ramadán cuando se topó con una mansión de la era otomana que se usaba como matadero y carnicería en el histórico distrito islámico de El Cairo .
"Quedé deslumbrado por la belleza", dijo el arquitecto educado en Estados Unidos sobre la casa que vio por primera vez hace más de dos décadas. Construida en ladrillo y piedra, tiene un gran patio interior y un número de habitaciones con techos de madera pintados decorativamente.
El arquitecto se hizo amigo del carnicero, propietario del edificio, y recibió una llamada suya varios años más tarde diciendo que un promotor inmobiliario quería comprarlo y derribarlo.
Foto: REUTERS/Mohamed Abd El Ghany
Decidido a salvar el edificio, Habashi lo compró en 2009, pero le dijeron que podía derribarlo pero no restaurarlo . Se negó a darse por vencido y obtuvo el derecho a restaurarlo luego de una batalla legal de dos años. Una década después de comprar el lugar, la restauración está casi completa.
Su batalla fue parte de una lucha más grande por salvar edificios antiguos que algunos restauradores profesionales y arquitectos temen que se pierdan debido a la burocracia, la corrupción estatal y las leyes que, dicen, hacen poco por proteger el patrimonio arquitectónico de Egipto.
"No soy para nada optimista. Creo que sólo el 25 por ciento de los edificios sobrevivirán", dijo May al-Ibrashy , un restaurador que ha estado trabajando en la parte histórica de El Cairo durante unos 25 años.
Foto: REUTERS/Mohamed Abd El Ghany
Funcionarios del gobierno no respondieron a repetidos pedidos de comentarios para este artículo.
El centro histórico de cinco kilómetros, que tiene una de las mayores colecciones de arquitectura islámica del mundo, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO , la agencia cultural de Naciones Unidas.
Pero, aunque muchos monumentos no están amenazados, muchas casas o edificios más pequeños están siendo demolidos.
Foto: REUTERS/Mohamed Abd El Ghany
Los inspectores del gobierno, temiendo que puedan ser considerados legalmente responsables de cualquier problema, han declarado a edificios de siglos de antigüedad en peligro de colapsar desde los terremotos de 1992 y 2005. Muchos han sido demolidos y reemplazados por altos edificios de cemento y ladrillo que los críticos describen como llamativos.
Las demoliciones parecen ir contra las promesas de los funcionarios del gobierno de mantener el rol de El Cairo como " capital cultural, turística y patrimonial " de Egipto, pese al trabajo en la construcción de una nueva capital al este de la ciudad para aliviar la presión sobre la metrópolis de más de 20 millones de habitantes.
Aquellos que luchan por salvar los edificios antiguos en El Cairo histórico dicen que las demoliciones están destruyendo un potencial flujo de turistas y dinero por turismo, que le generaron a Egipto ingresos por 11 mil 600 millones de dólares en 2018, según cifras del banco central.
Foto: REUTERS/Mohamed Abd El Ghany
fjb