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cultura@eluniversal.com.mx
El concierto del pasado 8 de octubre “Estamos Unidos Mexicanos” causó daños a la Catedral Metropolitana, informó la Arquidiócesis de México.
A través del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (Siame), Felipe Galicia, Capellán del Coro de la Catedral, explicó que después del evento multitudinario y por la excesiva sonoridad que se dio en la Plaza de la Constitución, se manifestaron nuevos daños en el recinto. “Del vano (el marco) de la ventana que da al Coro se ha caído una cantera grande hacia la bóveda de la nave procesional, y se corre el riesgo de que otro fragmento de cantera interior caiga sobre la sillería del coro, lo que sería una pena que sucediera. Por tal motivo, posiblemente en breve se comenzará a instalar un alto andamio para retirar esta enorme piedra”, dijo.
Comentó que es necesario informar a la población que los eventos multitudinarios del Zócalo afectan a la Catedral, por lo que las autoridades deben contemplar la posibilidad de realizarlas de otra manera o con la prudencia de tener menor volumen en los sistemas de sonido.
Debido a las afectaciones tras el concierto, los integrantes del Venerable Cabildo Metropolitano rezan las Laudes (oraciones de la mañana) en la sillería del Coro, pero en gradas más cercanas a la reja, y no en los asientos del fondo como es la costumbre.
Detalló que la entrada al templo sigue siendo por la puerta lateral para evitar que la gente se aproxime a las torres de la Catedral. El capellán dijo que conforme han pasando los días, han ido apareciendo más daños que han obligado tanto a sacerdotes como a fieles a modificar algunos aspectos de la vida eclesiástica, así como de la tradición litúrgica de las misas.
Añadió que los púlpitos de ónix que flanquean el Altar Mayor no están siendo usados, pues uno de ellos se separó de la columna a la que va anclado, por lo que, mientras los peritos del INAH y de Sitios y Monumentos Históricos terminan de realizar los estudios correspondientes, la lectura del Evangelio no se realiza desde este lugar como es costumbre. Debido a los daños en las torres también han dejado de tocar las campanas. Esas vibraciones sonoras, dijo, también afectan la estructura del templo.
Consultado por este diario, el INAH descartó la semana pasada que el concierto en el Zócalo hubiera provocado daños adicionales en el recinto; sostuvo que previo al evento se le dio recomendaciones a representantes del gobierno de la ciudad para que tomaran “medidas de mitigación”. También aseguró que monitorearon que las vibraciones no afectaran las torres del campanario.