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La civilización maya de la tierras bajas
, que floreció en Guatemala, tenía sistemas de defensa, comunicación, gestión agrícola y del agua "muy eficientes", lo que da la imagen de una civilización "mucho más avanzada" y compleja de lo que la mayoría de los arqueólogos habían pensado.
Así lo señaló a Efe el arqueólogo de la estadounidense Universidad de Tulane Francisco Estrada-Belli, participante en un proyecto internacional que usó una nueva tecnología láser para lograr nuevos datos sobre esa civilización en la parte guatemalteca de la península de Yucatán y que hoy publica Science.
Los restos de esta civilización, conocida por la sofisticación de su escritura, arquitectura, arte, astronomía y matemáticas, se ubican en bosques inaccesibles, de ahí que se tengan pocos datos sobre cómo era su urbanismo y el uso de la tierra.
Para profundizar en ese conocimiento, los expertos usaron la tecnología LIDAR para cartografiar 2.144 metros cuadrados de la Reserva de la biosfera maya, en el norte de Guatemala.
La tecnología LIDAR -Ligth Detection And Ranging - emplea un escáner láser aerotransportado para obtener un mapa en 3D del terreno y puede rastrear lo que hay bajo el manto forestal.
Los datos obtenidos, indica el estudio, revelan la existencia "de asentamientos urbanos interconectados y paisajes con un extenso desarrollo de infraestructuras".
Además aportan conocimientos que "obligan a revaluar la demografía, agricultura y economía política mayas y sugiere futuras vías de investigación sobre el terreno", agrega el texto.
Una parte de estos resultados obtenidos gracias a LIDAR ya fueron hechos públicos el pasado febrero en Guatemala por los autores principales del estudio, Marcello Canuto y Estrada-Belli, ambos de la Universidad de Tulane.
Por ejemplo que la tecnología LIDAR localizó más de 61.489 estructuras antiguas que permanecen ocultas entre los bosques tropicales de la selva de Petén.
Estrada-Belli indicó que en aquel momento uno de los descubrimientos más sorprendentes fue "la escala de algunas ciudades mayas" como Tikal, Naachtun, Xultun y Tintal, unido a la densidad de población.
Los expertos calcularon que la densidad de población sería de 80 a 120 personas por kilómetro cuadrado, cifras que extrapoladas a todas la tierras bajas mayas -95.000 kilómetros cuadrados- apuntan a que allí habrían vivido entre siete y once millones de personas durante el periodo Clásico Tardío (600-900 dC).
Las ciudades mayas fueron, según el arqueólogo guatemalteco, "tan grandes y complejas como las ciudades tempranas de la antigüedad", así el área periférica urbana de Tikal se extendió al menos en 75 kilómetros cuadrados, con unos 30 mil a 50 mil habitantes, mientras Uruk, una de las primeras ciudades de Mesopotamia ocupaba cinco kilómetros y de 25 mil a 50 mil personas.
Los nuevos datos revelan que la organización de aquella civilización era más compleja de lo que pensaba, "desde el punto de vista de la escala de sus ciudades, la complejidad de su organización, cómo se abastecían de productos de áreas periféricas y cómo cultivaban de una forma intensiva y sostenible, con terrazas y canales", explicó.
Las ciudades más grandes tenían "sistemas muy similares y estaban bien integradas política y económicamente con los centros menores vecinos a través de calzadas y de áreas de cultivo ".
Los mayas modificaron "profundamente" los humedales con la agricultura intensiva, pues los datos señalan la existencia de 362 kilómetros cuadrados de terrazas y otros 952 kilómetros cuadrados de tierras de labranzas viables, según un comunicado de la guatemalteca Fundación de Patrimonio Cultural y Natural Maya (Pacunam).
Uno de las características que más sorprendió a los expertos fue la interconectividad, "insospechada a esa escala", de las ciudades mayas gracias a la construcción de largas calzadas que atravesaban zonas de colinas y cenagosas, así como la diversidad de estructuras agrarias e hidráulicas y el uso de sistemas defensivos elaborados.
De hecho, existía una red de 106 kilómetros de calzadas que conectaban ciudades entre sí y con pueblos lejanos, algunos de ellos con importantes fortificaciones, según la nota de Pacunam.
La iniciativa PCUNAM Lidar es el mayor estudio en la historia de la arqueología mesoamericana en la que participa un consorcio de 18 instituciones de Estados Unidos, Europa y Guatemala, entre ellas el Ministerio de Cultura y Deportes de ese país.
akc