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A diferencia de los bienes bajo resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, los bienes bajo resguardo del Instituto Nacional de Bellas Artes sí tienen, este 2018, un seguro que los protege en caso de un sismo o movimiento telúrico.
Después de que el INAH informó esta semana de los altos costos de la póliza (sería de cerca de 3 mil millones de pesos), EL UNIVERSAL buscó saber qué situación enfrentaría el patrimonio artístico —responsabilidad del INBA— en caso de un terremoto.
La institución, que dirige Lidia Camacho, respondió que con vigencia del 31 de diciembre de 2018 se tiene una póliza cuya prima total tuvo un costo de 13.7 millones de pesos que da cobertura al patrimonio por hechos como incendio, robo, lluvia, huracán, terremoto, temblor, erupción volcánica, maremoto y ola sísmica.
El instituto respondió que sí están asegurados los bienes propiedad del INBA y aquellos que tiene bajo su responsabilidad o custodia, y que el contrato es con Grupo Mexicano de Seguros S.A. de C.V.
Respecto a años anteriores, la institución reportó que el costo de la prima en el ejercicio presupuestal 2017 fue de 11.4 millones de pesos, con dos aseguradoras:
Grupo Mexicano de Seguros S.A. de C.V., del 1 de enero al 2 de marzo de 2017, y con Seguros Inbursa S.A., Grupo Financiero Inbursa, del 3 de marzo al 31 de diciembre de 2017.
En comparación con la situación del Instituto Nacional de Antropología e Historia, por las afectaciones sufridas en 2017, detalló: “El INBA sólo tuvo daños en cinco instalaciones, las cuales ascienden a un importe de reparación de 3 millones de pesos, por lo que se considera que la prima de seguros no aumentará considerablemente para el ejercicio fiscal 2019”.
El patrimonio del Instituto Nacional de Bellas Artes sólo sufrió daños a consecuencia del terremoto ocurrido el 19 de septiembre del año pasado; no hubo afectaciones por el terremoto registrado el 7 de septiembre. “Debido a que los daños fueron menores, los importes de reparación no rebasaron el deducible (que es de 4%), por lo que las reparaciones se realizaron con recursos del INBA”.
Se preguntó qué creen que debe hacerse en un futuro, qué fondos o estrategias seguir o adoptar para evitar que en caso de sismos no exista una garantía económica para estos bienes, a lo que la institución respondió: “Buscar los mecanismos de contratación de seguros más adecuados para las características del INBA, las cuales permitan asegurar las mejores condiciones económicas para el instituto”.