Dentro de la incendiada catedral de Notre Dame hay una estatua de una de las mujeres más legendarias de Francia.
Con una espada en el flanco izquierdo, una bandera entre sus brazos, y sus manos unidas en un gesto de plegaria, Juana de Arco mira hacia el cielo desde un pedestal de roca que sobresale de una de las paredes de la iglesia.
Aún se desconoce la suerte que corrió la estatua en honor de esta joven campesina que, convencida de que su misión divina era expulsar a los ingleses de Francia, liberó a la ciudad de Orleans y lideró numerosas batallas que cambiaron el rumbo de la Guerra de los 100 años entre los dos países, y abrieron el camino para la coronación del rey Carlos VII de Francia.
Pocos meses después de semejante hazaña, Juana la doncella, cómo se hacía llamar, fue capturada por aliados de los ingleses y entregada a sus enemigos.
Para resumir una historia que sería muy larga de contar aquí, digamos que Juana fue juzgada por la Iglesia católica, condenada por herejía y quemada en la hoguera en 1431 como resultado de ese proceso.
Su manera de vestir (con pelo corto y atuendo masculino) y la vehemencia con la que describía las voces (para ella divinas, para la iglesia diabólicas) que habían dirigido sus pensamientos y la habían llevado a actuar, fueron pruebas suficientes de que había insultado a Dios y merecía ser castigada.
25 años después de su condena, el caso contra Juana fue revisado. El resultado fue su absolución. Y, cerca de cuatro siglos y medio después, el 18 de abril de 1909, Juana de Arco fue beatificada bajo las órdenes del papa Pío X. Once años más tarde, canonizada.
Ni en Notre Dame, ni tampoco en París
El recuerdo de su beatificación ha aparecido en estos últimos días en los medios. No tanto por que se cumple un aniversario, sino a raíz del incendio de Notre Dame.
"Una catedral que ha visto la coronación de reyes y emperadores y la beatificación de Juana de Arco entre otros eventos famosos", dice uno.
"La catedral de París se recuperó para atestiguar la beatificación de la heroína nacional Juana de Arco en 1909", asegura otro.
El dato se repite una y otra vez, en distintas plataformas y formatos.
Sin embargo, como le explica a BBC Mundo Helen Castor, historiadora y autora de la elogiada biografía "Juana de Arco: una historia", el evento no ocurrió allí.
"Las ceremonias de beatificación y canonización de Juana de Arco, ambas tuvieron lugar en la basílica de San Pedro en Roma".
La de beatificación "fue conducida por dos cardenales frente a una gran multitud", agrega la experta.
Un periódico de la época describe uno de los momentos "mágicos" que se sucedieron durante la fiesta religiosa.
"En el altar, bajo la sombra de trono de San Pedro, había una gran pintura (velada hasta el momento de la beatificación) representando a la doncella de Orleans en la gloria del Paraíso".
En el mismo momento en que las campanas de la iglesia comenzaron a repicar después del anuncio, "el velo de la nueva santa se cayó" y la "congregación celebró a viva voz y al grito de 'Viva Juana de Arco'".
Deseo
"Tras el incendio de Notre Dame noté, en los diarios y en las redes sociales, que se decía que la beatificación había tenido lugar en Notre Dame", explica Castor.
"No entiendo de dónde viene (la confusión). Hubiera sido muy raro si hubiese sido así, dada lo fundamental que es la autoridad de la Santa Sede en el proceso de canonización".
No obstante, agrega, "la beatificación de Juana en 1909 estuvo marcada por celebraciones en Notre Dame y en todo París".
"Es posible que una fuente se haya equivocado, y luego el deseo de conectar a Notre Dame con la santa nacional de Francia —esa sensación de estar en lo correcto que dan los 'hechos'— haya sido tan fuerte que nadie pensó en verificarlo", puntualizó.
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