La Columna de la Independencia resultó afectada por el sismo del 19 de septiembre de 2017; 28 meses después, especialistas de la UNAM determinaron que la rehabilitación estructural del monumento consistirá primero en el cambio de una placa interna de metal que mide tres metros y que se ubica a 19 metros de altura.
El cambio de esa pieza se prevé que concluya entre abril y mayo. Después, la obra catalogada como Monumento Artístico por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura será sometida a un proceso de restauración externa que contempla la intervención en la cantera, así como el retiro de las pintas realizadas el 16 de agosto de 2019 durante una manifestación contra la violencia de género.
Tras las pintas, el monumento fue cercado. El 11 de septiembre, en un comunicado conjunto, la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México y las secretarías de Cultura federal y capitalina informaron de la colocación de un andamio para cubrirlo.
Los primeros estudios
La Columna de la Independencia está encima de alrededor de 4 mil 700 pilotes de madera que sostienen mil 800 toneladas, entre su basamento, la columna y la escultura la Victoria Alada.
La obra construida entre 1908 y 1910 ha sido testigo de diferentes sismos: el de 1957, 1985 y 2017.
Roberto Sánchez describe la columna como una “antena”, que por su forma cilíndrica se enfrentó a problemas durante el sismo de 1957, pero un año después, el ingeniero Samuel Ruiz le colocó al interior un “refuerzo metálico”.
Las placas de metal tienen diferentes grosores, en la parte más baja miden 36 milímetros, mientras que en la más alta, 9 mm.
Tras el sismo de 1985, la placa metálica tuvo afectaciones y con el de 2017 los daños aumentaron.
“En 2006 se hizo el registro de la calidad de las placas metálicas, ahora repetimos ese estudio y vimos que tras el sismo de 2017 hubo agrietamientos y se pandearon algunas partes, es decir, se generaron abultamientos, porque el refuerzo metálico fue sometido a esfuerzos elevados; pero, en general, la estructura de la Columna es segura”, sostiene Sánchez.
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Los daños internos están a 19.5 metros de altura, por lo que los especialistas decidieron retirar esa parte de la placa metálica; sin embargo, aún no hay una fecha para el término de trabajos.
“El retiro de la placa será lento, pues sólo se dispone de un espacio de 1.27 metros (diámetro interno), además está la escalera intermedia, por lo que se tendrán que quitar algunos escalones. Se prevé que este trabajo termine entre abril y mayo”, dice Sánchez.
Para realizar el cambio de la placa, el monumento tendrá un “refuerzo temporal”: le colocarán ocho “tirantes” para que no haya daños si hay sismos.
El costo
En un recorrido se pudo constatar que por fuera también hay afectaciones por el sismo del 19-S en varios puntos, como en la figura de un león con guirnaldas ubicado a 14 metros de altura.
Los ingenieros señalan que primero estarán enfocados en el interior, después en el exterior para la restauración de la cantera, así como en el retiro de las pintas.
La Secretaría de Cultura de la Ciudad de México informó a través de una tarjeta informativa que el financiamiento del proyecto está a cargo de la Secretaría de Obras y del Fondo para la Reconstrucción de la Ciudad.
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Sin embargo, la institución indicó que calcula un presupuesto de entre 10 y 13 millones de pesos: “En 2019 se ejercieron 5 millones por concepto del diseño, instalación y renta del andamio y de la realización de estudios científicos coordinados por el Instituto de Ingeniería. La colocación del andamio tuvo un costo de 245 mil pesos, la renta mensual del mismo (que se paga desde septiembre) es de 260 mil pesos”.
La dependencia agregó que los trabajos para la rehabilitación estructural terminarán “a más tardar en julio” y especificó que esta fase “sólo contempla la rehabilitación estructural de la Columna y no tocará aspectos relacionados a la restauración de elementos exteriores arquitectónicos, ornamentales o artísticos”.