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Alemania entregará hoy a México las únicas dos piezas prehispánicas que se pudieron recuperar de las 691 de origen mexicano que se encontraban en la llamada colección Patterson, la cual estuvo incautada por muchos años en Múnich.

Después de un largo litigio que culminó con la devolución de gran parte de las piezas al coleccionista, México logró recuperar dos bustos de madera olmecas de tres mil años de antigüedad que fueron sacados de manera ilegal del sitio arqueológico El Mantí, ubicado en la cuenca baja del río Coatzacoalcos, Veracruz.

Las piezas estuvieron resguardadas en el Museo de la Colección Estatal Arqueológica de Múnich desde septiembre de 2017, donde restauradores realizaron un dictamen sobre las condiciones en las que llegaron y en las que se deben de transportar. Según la restauradora alemana quien estuvo a cargo de estos bustos de madera, Constanze Schaaff, las piezas no fueron sometidas a ningún tratamiento de restauración y en declaraciones a Notimex señaló que son las más antiguas en madera de la cultura olmeca en el continente americano.

La entrega de las piezas a las autoridades mexicanas tendrá lugar este martes en la sala de seminarios del taller de restauración de ese recinto.

Ambas piezas se encontraban en manos del coleccionista Leonardo Patterson, quien en 2015 fue sentenciado en un tribunal de Múnich por tráfico ilegal de bienes arqueólogicos y de fraude por vender una falsa cabeza olmeca. El traficante fue sentenciado a libertad condicional durante un periodo de prueba de tres años. Dos años después, Patterson recuperó la colección y la trasladó a un almacen en París, Francia, con la idea de ser trasladadas finalmente a Santiago de Compostela.

Después de diez años de litigio, el gobierno mexicano solo logró la devolución de esos dos bustos de madera de origen olmeca.

En 2008, EL UNIVERSAL documentó el caso de estas piezas que no pudieron haber salido de manera lícita del país, ya que el pantano veracruzano donde aparecieron comenzó a explorarse en 1987, es decir, cuando ya estaba en vigor la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.

Cuando los vecinos del ejido del Mayacal, al pie del Cerro del Manatí, descubrieron por accidente el sitio arqueológico donde emergieron los bustos olmecas, hubo incidentes de saqueo, poco antes de que llegaran los investigadores del INAH. Algunos objetos fueron sustraídos y vendidos. Al menos tres bustos saqueados llegaron a manos de Leonardo Patterson, quien los mostró en una gran exposición en Galicia en 1992. Después de esta exposición, la colección fue decomisada por Alemania, donde la justicia mexicana inició diversas gestiones para recuperar las casi 691 piezas de origen mexicano que identificó como auténticas en esa colección.

En 2013 Patterson también fue detenido en una cárcel española a petición de una orden de la Interpol de Guatemala y Perú. Hace dos años, el costarricence contó a una revista alemana cómo colaboró con una red de intermediarios para comprar y sacar, de manera ilegal, diversas piezas arqueológicas de México.

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