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En un predio particular de Mahahual , Quintana Roo, donde se creía que solamente había abundante vegetación, fue encontrada una aldea prehispánica que está conformada por alrededor de 80 estructuras y que de acuerdo a sus características, podría tratarse de un conjunto habitacional del periodo Posclásico (1200-1546 d.C.)
En entrevista con EL UNIVERSAL, el arqueólogo Fernando Cortés de Brasdefer explica que el hallazgo realizado la semana pasada se realizó tras un proceso de examinación en el terreno que solicitó un particular, quien busca realizar en ese terreno un proyecto de desarrollo turístico.
La aldea prehispánica, dice el investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) , está al interior del terreno particular y está conformada de un aproximado de 80 estructuras y decenas de albarradas , es decir, paredes o muros de piedras colocadas una sobre otra pero que no están unidas por algún tipo de mezcla.
Son construcciones que delimitaban predios en cuyo interior existían huertos y “pequeñas casas de bajareque construidas sobre plataformas de piedra caliza, con estructuras de madera y palma de guano, iguales a las casas tradicionales edificadas por los mayas contemporáneos”.
La región en la que se encontró la aldea prehispánica también se caracteriza por albergar cenotes, cuevas y grutas , así como diversos elementos que con el paso del tiempo se han depositado en ella, por ejemplo, restos de una caldera metálica, la cual se calcula data de la época porfiriana.
“En estos casos, lo primero que se hace es una revisión, se obtiene la información, ya sea a nivel de superficie o de excavación y el jurídico del INAH determina qué es lo que se tiene que hacer, para ver si se libera el terreno o se conserva alguna estructura o algún espacio. En este momento está en proceso el informe, luego se entregará la información al director del Centro INAH Quintana Roo y al director del jurídico para determinar qué es lo que procede”, declara Fernando Cortés.
Las declaraciones de Cortés son apoyadas por el área de Comunicación del Instituto, quien señala que actualmente se encuentran en proceso la elaboración del informe, es decir, “estamos en una primera etapa”, por lo que después se sabrá cuál será el destino de ese espacio.
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Sin embargo, el arqueólogo enfatiza que por la contingencia sanitaria, el proceso para determinar el futuro del predio “va a ser excepcional”, además dice desconocer la actitud del dueño del predio tras el hallazgo arqueológico.
LAS CARACTERÍSTICAS
La aldea en Mahahual abarca un espacio de aproximadamente 1.5 kilómetros de largo por 450 metros de ancho y de acuerdo con el arqueólogo Rafael Cortés, el complejo habría sido utilizado para viviendas.
Las conclusiones sobre el uso habitacional de la aldea se hicieron a partir de las características de la construcción y los ejemplos de otras construcciones similares y de la misma época .
“Se cree que eran zonas habitacionales y que estaban muy cerca de la costa y eso significa que tenían un contacto estrecho con otros pueblos del mismo caribe , y tal vez hasta beliceño y hondureño”, señala.
Esta hipótesis se hizo a partir de un recorrido en la superficie, desde donde pudieron ubicar partes de “cuartos”; sin embargo esta es una hipótesis que se podría comprobar una vez que se realicen excavaciones.
Las excavaciones se realizarán después de la elaboración del informe, esta parte del estudio, dice el arqueólogo es necesaria porque en la superficie no encontraron restos de materiales como madera, piedra o cerámica.
“Es la primera vez que me sucede esto, en cualquier sitio arqueológico siempre he encontrado materiales , aunque sea un fragmento de cerámica o madera, en este caso no fue así , no sé si por lo delgado del suelo o porque la vegetación ha cubierto material cultural que los mayas dejaron en ese asentamiento o porque el sitio fue ocupado durante un tiempo generacional relativamente breve”, sostiene.
A pesar de que en el sitio no descubrieron vestigios, Rafael Cortés propone que la aldea prehispánica de Mahahual podría ser del periodo Posclásico (1200-1546 d.C.) debido al posicionamiento de las piedras en las albarradas.
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“Este tipo de asentamiento se da en la época del Posclásico maya (1200-1546 d.C.), porque incluso en la costa de Quintana Roo hay asentamientos prehispánicos con esas características que están encima de asentamientos más antiguos y que son del periodo Clásico y automáticamente se ven las diferencias. Las construcciones del posclásico son menos elaboradas, tienen una arquitectura menos importante, contrario a lo que sucedió en el periodo Clásico. Lo de Mahahual se llama posclásico porque decrece este tipo de cultura ”, explica.
Sin embargo, para poder comprobar que se trata de un conjunto habitacional y que corresponde al periodo Posclásico, se deberá realizar un proceso de excavación en el que también se espera que sean hallados vestigios que contribuya la datación.
“Sabemos poco de la forma de vida de quienes habitaron esta región; sin embargo, esta prospección nos revela que podrían haber sido agricultores que complementaban su dieta con la pesca. Además, su acceso directo al mar les habría dado ventajas para intercambiar productos comerciales con otros pueblos costeros y de tierra adentro. Siempre he trabajado en lugares clásicos y preclásicos, entonces este sitio arqueológico es muy importante porque uno puede diferenciar entre las diversas de vida que hubo en todos esos lugares. El hallazgo sorprendió a la comunidad de Mahahual, una zona en la que aún falta mucho por conocer”, declara Rafael Cortés.
nrv