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TLAYACAPAN, MOR.- Hay todavía varios trabajos pendientes en el templo de San Juan Bautista, su interior es un entramado de acero, fierro y madera que sostiene la bóveda, cúpulas, arcos fajones e incluso las paredes -que ya fueron reforzadas con tensores de tecnología avanzada- de este templo edificado entre 1554 y 1572 bajo la orden de los agustinos, que es uno de los 14 conjuntos que conforman la llamada Ruta de los Conventos , reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO , que sufrió severos daños con el sismo del 19 de septiembre de 2017.
A tres años del terremoto que afectó la totalidad de los monasterios del siglo XVI que se ubican en las laderas del Popocatépetl, entre Morelos y Puebla, el Instituto Nacional de Antropología e Historia ( INAH ) estima que los avances en su reconstrucción son del 60% y 70% con una inversión importante de recursos.
Convento de San Juan Bautista, Tlayacapan. Foto: Juan Boites/ EL UNIVERSAL
378 MILLONES DE PESOS se han ejercido de 2017 a la fecha con recursos del seguro
El INAH informa que de 2017 a la fecha se han ejercido 378 millones de pesos para reconstrucción-restauración con recursos del seguro, y se tiene proyectado ejercer mil 150 millones con recursos del Fondo para la Atención de Emergencias (Fonden) para concluir obras “de todo el programa sismo en inmuebles históricos y bienes muebles históricos asociados, afectados en el Estado de Morelos”.
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En este momento las labores están condicionadas a recibir los recursos del Fonden para reactivar los trabajos y poder concluirlos en 2021; pero no descartan entregar algunos inmuebles hasta 2022.
TEMPLO Y EX CONVENTO SAN GUILLERMO, TOTOLAPAN. Tuvo daños del 80%, por lo que su avance es lento: se han recuperado los contrafuertes y el coro, pero aún falta restaurar la bóveda, algunos pasillos y techos
El sismo afectó 259 inmuebles del patrimonio histórico de Morelos: cinco zonas arqueológicas, cuatro museos y 250 inmuebles religiosos, entre los cuales están los 11 conjuntos conventuales de la entidad -los otros tres están en Puebla-, nueve tuvieron afectaciones severas hasta en un 80%, se colapsaron de bóvedas, cúpulas, campanarios, frontispicios, sotocoros, coros, contrafuertes y retablos en inmuebles que superan los 22 metros de piso a techo.
En el templo de San Juan Bautista todavía hay piedras amontonadas al centro de la nave, son piezas caídas del retablo principal de mampostería y madera que aún sigue apuntalado al igual que el ciprés que está muy dañado, pero “estructuralmente ya está consolidado”, dice a EL UNIVERSAL Fernando Duarte, coordinador de Monumentos Históricos del INAH Morelos.
Convento de San Juan Bautista, Tlayacapan. Foto: Juan Boites/ EL UNIVERSAL
“Los conjuntos conventuales ya están estabilizados estructuralmente, incluso si ahorita viniera un sismo como el del 23 de junio, ya no nos va a generar un daño; hemos intervenido y estabilizado su estructura arquitectónica; la etapa dos que estamos buscando concluir es con recursos del Fonden”, afirma el arquitecto que tiene a cargo los trabajos en los 250 inmuebles religiosos, de los que ya han entregado 172 al obispado.
Mil 150 MILLONES DE PESOS se proyecta ejercer (recursos del Fonden) para concluir las obras
Los cerca de 80 inmuebles restantes son en los que actualmente el Centro INAH Morelos se encuentra trabajando; “son los que están más dañados y los que requieren una mayor intervención y una mayor inversión”, dice Duarte, quien reconoce que en ese rubro entran los once conjuntos conventuales de la Ruta que tienen en Morelos, más otros diez o doce ex conventos muy importantes que no forman parte del complejo.
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“Ninguno de los conjuntos conventuales se ha concluido, ya dos están muy cerca de concluirse, que es el templo y exconvento de Santo Domingo de Guzmán en Oaxtepec, y el templo y exconvento de San Mateo en Atlatlahucan, porque los daños fueron menores”, afirma el arquitecto, quien asegura: “Nuestra meta es terminar todos los inmuebles en 2021”.
TEMPLO Y EX CONVENTO DE LA NATIVIDAD, TEPOZTLÁN. Ya fue restituido y fortalecido el mirador que estaba totalmente destruido; la bóveda tendrá trabajos de restauración y el ciprés espera atención intensiva
Sin embargo, sin recursos liberados para intervenir la restauración, la meta no se podrá cumplir y podrían terminar hasta 2022.
“Llevamos un proceso en muchos de ellos de más del 60% del trabajo, en algunos ya vamos al 70%” y recuerda que hay dos factores muy importantes que se deben considerar para que los inmuebles puedan resistir y combatir los movimientos sísmicos: uno es no alterarlos, es decir no agregarles más edificaciones contemporáneas; y dos su mantenimiento, eso es clave para lograr la protección y conservación de estos inmuebles históricos.
Convento De la Natividad, Tepoztlán. Foto: Juan Boites/ EL UNIVERSAL
Fernando Duarte dice que si pudiéramos ayudar a las autoridades a cumplir estos dos factores los inmuebles estarían más preparados ante los sismos. “La Ruta de los Conventos justamente por ser edificaciones muy grandes constructivamente no cuenta a veces con los recursos necesarios para que cada año, antes de cada temporada de lluvias, darles sus trabajos de mantenimiento”.
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En 2017 en Morelos tuvieron una temporada de lluvias cargadísima, al no estar protegidos sus cúpulas, contrafuertes, partes de sus muros, entraron a restauración “empapados de humedad”, eso generó que fueran más vulnerables ante los movimientos sísmicos y eso provocó que las afectaciones fueran mayores. Por eso una de las primeras acciones de las empresas contratadas por el INAH, fue poner techumbres en todos los conjuntos más afectados. Así es como se encuentran los complejos de Tlayacapan, Totolapan y Tepoztlán.
Convento de San Guillermo, Totolapan. Foto: Juan Boites/ EL UNIVERSAL
Y por eso a la par de la entrega de los edificios, el INAH le entrega al obispado un manual de mantenimiento para que los párrocos se pongan de acuerdo con las comunidades y puedan darle cada año el mantenimiento adecuado y también para que sepan que no se pueden construir adosamientos si no se hacen con los materiales originales con los que fue construido.
Patrimonio colosal
El arquitecto Luis Tapia de la empresa contratada para hacer los trabajos de reconstrucción dice que el monasterio de San Juan Bautista en Tlayacapan; sabe por dónde corren las tres grandes fisuras que partieron el templo longitudinalmente; señala entre los andamios cómo recuperaron la bóveda de cañón en uno de sus extremos fracturada y dislocada, cómo han ido recuperando este espacio que tiene pendientes pero ya no están tan expuestos los daños.
Convento de San Juan Bautista, Tlayacapan. Foto: Juan Boites/ EL UNIVERSAL
“Siempre ha sido de abajo hacia arriba, primero fue consolidar los muros y ya después la parte superior”, dice Tapia, mientras muestra la capilla recuperada, los techos de pasillos que lucen ya casi en todo su esplendor sus pinturas murales, la escalera del ex convento recuperada, los contrafuertes reintegrados, la ventana coral respuesta, y da cuenta de cómo los campanarios y la espadaña volvieron a su lugar.
El coordinador de Monumentos Históricos del Centro INAH Morelos asegura que están atendiendo los conjuntos conventuales más dañados con la colocación de algunos tensores que son materiales contemporáneos como fibras de vidrio (una especie de capa plástica) que somete a esfuerzos en toneladas y que en algunos casos van sobre las bóvedas o sobre algunos elementos como espadañas, cúpulas o campanarios que refuerzan esos elementos del edificio ante movimientos sísmicos.
TEMPLO DE SANTO DOMINGO DE GUZMÁN, OAXTEPEC. Es el más avanzado en su restauración pero tiene pendientes en el ex convento, para el que apenas se gestionarán recursos
“Lo que estamos haciendo con estos elementos contemporáneos como tensores metálicos o estas fibras de carbono es darle un plus de seguridad; lamentablemente ante las intervenciones anteriores lo que genera el sismo son colapsos de elementos constructivos, hoy no podemos evitar los daños pero sí que no se colapsen elementos y eso es al proteger nuestros inmuebles históricos con materiales contemporáneos”, apunta Duarte.
El templo y ex convento de San Guillermo, en Totolapan va más lento. Se han recuperado los contrafuertes y el coro pero no así la bóveda que aun deja entrar la luz al retablo principal que quedó severamente dañado y donde de milagro salieron “ilesos” San Guillermo y el Cristo Aparecido ahora instalados en la capilla provisional donde se oficia misa.
La arquitecta Monserrat Gómez, también de la empresa contratada señala que este conjunto fundado en 1534 que tuvo daños del 80%, ya tiene sus muros estabilizados, pero falta recuperar la bóveda del templo, y algunos de los pasillos y techos del convento. La labor es lenta y costosa, se han reintegrado los elementos con base en estudios y técnicas originales, “se le puede hacer mejoras en el alma para hacerlo un poquito más resistente, pero su morfología tiene que permanecer tal cual porque ya tiene un valor”.
Fernando Duarte asegura que tanto Tlayacapan como Totolapan son de los últimos que se entregarán por los daños que fueron más severos. “Totolapan todavía tiene una parte que no hemos atendido de colapso, pero que está programada para el Fonden, pero la nave del templo, la cúpula ya están muy trabajados”.
“Los conjuntos conventuales ya están estabilizados estructuralmente, si viniera un sismo ya no nos va a generar daño
FERNANDO DUARTE, coordinador de Monumentos Históricos del INAH Morelos
El templo y ex convento De la Natividad, en Tepoztlán, tiene avances mayores en el convento, donde ya fue restituido y fortalecido con tensores el mirador que colapsó durante el sismo, pero faltan varios elementos en el templo: la bóveda espera trabajos de restauración y el ciprés espera atención intensiva.
Convento De la Natividad, Tepoztlán. Foto: Juan Boites/ EL UNIVERSAL
El arquitecto Garduño, de la empresa a cargo de este conjunto, asegura que han restituido los elementos colapsados con materiales originales pero tienen claro que un punto central será la reconstrucción de los campanarios y la fachada, incluida la ventana coral, así como las labores de restauración.
El más avanzado es el templo de Santo Domingo de Guzmán, en Oaxtepec, pero al recorrerlo tiene pendientes: sus santos esperan a ras de piso ser colocados en su lugar y aun sigue embalado el retablo de madera tallada que los arquitectos hallaron en el coro y que al parecer pertenece al retablo principal. El gran pendiente es el exconvento, a del cargo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) quien apenas comenzará a gestionar recursos para atenderlo.
Duarte dice que la parte del convento no la tiene a cargo el obispado, por lo que es el IMSS su administrador, “acabo de tener una reunión con representantes del IMSS a través de un proyecto para lograr la intervención, los daños del inmueble no son tan estructurales, pero ya se van a atender”.
Convento de Santo Domingo de Guzmán, Oaxtepec. Foto: Juan Boites/ EL UNIVERSAL
“(Al templo de San Guillermo) se le puede hacer mejoras, pero su morfología tiene que permanecer tal cual porque ya tiene un valor”
MONSERRAT GÓMEZ, arquitecta
Aun con muchos trabajos pendientes y a la espera del presupuesto del Fonden, la reconstrucción avanza. “Ahora sabemos cómo se movió el edificio, donde repercuten sus mayores afectaciones y con ello ya podemos tener una buena propuesta de intervención estructural, tenemos conocimiento del subsuelo, estudios estructurales de los pesos de las edificaciones, de mecánica de suelo, de simulación sísmica”, dice Duarte.
Convento de San Guillermo, Totolapan. Foto: Juan Boites/ EL UNIVERSAL
El arquitecto insiste en que ya tienen un parámetro de por dónde tienen que reforzar los muros, contrafuertes, campanarios, cúpulas, bóvedas e incluso los niveles del claustro, sin embargo, pero lo más importante, dice, es la concientización sobre dos factores indispensables para preservar estos inmuebles históricos que ya tienen 500 años: no agregar construcciones contemporáneas y darles mantenimiento. Y esas son tareas a más largo plazo.