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No sólo sirven para hacer emoticones, para dibujar sonrisas alegres o componer caritas de tristeza. Los paréntesis son unos signos de puntuación que se emplean para insertar una información complementaria o aclaratoria en medio de una frase.
Ese inciso, que conlleva un cierto grado de aislamiento del resto del enunciado, se encierra entre paréntesis.
De hecho, los paréntesis suponen una interrupción momentánea de la frase para introducir una aclaración o explicación, y si se eliminara esa disquisición que va entre paréntesis no cambiaría el significado de la frase principal. ¿Un ejemplo? Hay muchos (tantos que resulta difícil elegir uno), pero el que la Real Academia Española de la Lengua (RAE) ha escogido para ilustrar el significado de ese signo es este: "Las asambleas (la última duró casi cuatro horas sin ningún descanso) se celebran en el salón de actos".
La convivencia entre paréntesis, rayas y comas
El problema es que los paréntesis tienen competidores. El sistema ortográfico castellano dispone de tres signos para encerrar incisos: los paréntesis, las rayas (que no se deben confundir con los guiones, ya que son más largas que estos) y las comas.
Estos tres signos se pueden emplear indistintamente para encerrar aclaraciones o breves explicaciones.
La única y difusa regla -que sin embargo pocos hispanoparlantes conocen y menos aún utilizan- es que si se emplean las rayas se supone que la interrupción que se realiza es mayor que si se emplean paréntesis, y mayor a su vez si el inciso va entre paréntesis que si se acota entre comas. Vaya lío…
"Hay contextos que exigen la elección de un signo y no de otro", explica a BBC Mundo María Ángeles Blanco, especialista en puntuación del Departamento de ´Español al día´ de la RAE. "Cuanto más autónomo es el inciso en su estructura y su significado, mayor necesidad hay de usar paréntesis o rayas".
Y añade: "La brevedad del inciso favorece su escritura entre comas y, al contrario, su longitud favorece el uso de paréntesis o de rayas. Desde luego, si el inciso tiene puntuación interna (punto y coma, dos puntos, punto) nunca se escribe entre comas".
De hecho, en la RAE no creen que el que existan tres signos diferentes para delimitar los incisos sea algo redundante.
"No, no creemos que sobre ningún signo para desempeñar esta función. Al contrario, disponer de signos diferentes nos permite construir textos más claros". Así, si necesitamos escribir un inciso dentro de otro, la organización del enunciado se entenderá perfectamente si se utilizan signos distintos para encerrar el inciso mayor (entre paréntesis, por ejemplo) y el inciso incrustado, que podría delimitarse con rayas. De lo contrario, se dificultaría la lectura y la comprensión del mensaje", asegura Blanco.
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Según esta especialista en puntuación, cada signo aporta un valor al texto en el que se inserta y ninguno de ellos debería abolirse.
"La elección entre signos que presentan la misma función es muchas veces relevante, pues tiene implicaciones en la comunicación. No solo en la legibilidad y comprensión del mensaje, sino también en cómo lo exponemos y en cómo queremos que lo reciba el que lee. Aislamos más una información encerrada entre paréntesis que una encerrada entre comas, lo que puede decantarnos por el uso de uno u otro signo en un momento dado. Por lo tanto, no creo que ningún signo deba desterrarse de nuestros textos. Todos aportan algo y todos lo enriquecen", sostiene.
Y por si no fuera suficiente con los paréntesis, las rayas y las comas, resulta que también tenemos los corchetes, un "signo ortográfico doble ([ ]) usado para incluir información complementaria o aclaratoria en un texto", según la definición que consta en el Diccionario de la Lengua Española.
"En los textos de carácter general, los corchetes son poco usados como signo de puntuación", puntualiza Blanco. "Presentan más bien usos técnicos, casi todos referidos a la intervención del narrador, el editor, el traductor, etc., en los textos que reproducen. Por ejemplo, se encierran entre corchetes las interpolaciones de narrador, editor o traductor en el texto original. Estas interpolaciones pueden ser aclaraciones o comentarios, palabras recuperadas de otro lugar del texto original, desarrollos de abreviaturas, correcciones, etc. Para este tipo de intervenciones, no se recomienda el uso de paréntesis".
La nueva vida de los paréntesis y otros signos de puntuación
Lo que a nadie se le escapa es que los paréntesis han encontrado una segunda vida al utilizarse para hacer emoticones. :-)
"¡Y no solo los paréntesis!", exclama Blanco. " También los dos puntos o el punto y coma. Los emoticones constituyen un atajo del registro escrito informal, pues expresan mucho con unos pocos caracteres. No son signos de puntuación, pero superan con creces las posibilidades de los signos de interrogación, los signos de exclamación y los puntos suspensivos para expresar emociones y valoraciones subjetivas", asegura.