“Oztoyahualco no se ha estudiado a fondo, está muy olvidada esa zona y tiene un alto potencial arqueológico”, dijo Linda Rosa Manzanilla, una de las pocas arqueólogas que ha explorado el sitio ubicado Teotihuacan, donde se realizaban obras irregulares.
A través de una carta, investigadores solicitaron al INAH que interviniera de manera “inmediata” para detener la destrucción y alteración de contextos arqueológicos en Oztoyahualco.
El INAH informó que el 4 y 5 de marzo halló obras irregulares en la parcela 23 de Oztoyahualco y se colocaron sellos de suspensión de la obra. En una segunda visita el 30 de marzo, se vio que los sellos habían sido violados y que las obras continuaban de manera ilícita; por ello se colocaron nuevos sellos y se presentó una denuncia el 20 de abril.
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Al respecto, Linda Rosa Manzanilla lamentó que se den ese tipo de acciones; sin embargo, señaló que desconoce el punto exacto donde se dio la destrucción del patrimonio, pues ella exploró una parte mínima.
“Trabajé en esa zona de 1985 a 1988, que entonces era el Ejido de Purificación, que es la prefieria noroeste de la ciudad de Teotihuacan, una zona de vivienda de los trabajadores ”, detalló.
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En total, la zona que excavó medía 550 metros cuadrados. Lo hizo para conocer del modo de vida en aquella ciudad prehispánica: “Teotihuacan inauguró una nueva forma de vida doméstica que fueron los conjuntos multifamiliares”.
Oztoyahualco, aseguró la arqueóloga, es de suma importancia, pues en los años que estuvo ahí se percató de otros conjuntos familiares que aún no se estudian, pues hasta el momento sólo ella y Darlena Blucher han explorado el sitio.