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Mi nombre es Lilia Lizbeth Bastida Ortiz. Soy egresada de la licenciatura en Geociencias de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (enes) Unidad Morelia, de la cual me titulé con honores. Obtuve el tercer lugar del Premio bal-unam Ciencias de la Tierra 2021 en la categoría licenciatura y fui distinguida con la medalla de plata Gabino Barreda por mi desempeño académico. Actualmente me desenvuelvo como profesionista en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi).
Recuerdo que a mis 12 años vi un comercial en la televisión que decía: “La unam, la Universidad de la Nación” y que transmitía imágenes de la Biblioteca Central, las instalaciones y el Estadio Olímpico Universitario. A mí me causó mucha curiosidad y le pregunté a mi mamá que eso dónde era. Ella me respondió: “Está muy lejos de aquí”; con esa respuesta en mi mente, ese lugar se quedó como algo inalcanzable para mí. Por la situación socioeconómica de mi familia nunca tuvimos la oportunidad de salir de vacaciones o de paseo a otros estados del país, por lo que para mí a esa edad era difícil imaginar algo más allá de mi pueblito, Tacámbaro, Michoacán.
Desde pequeña, gracias a mi mamá, fui una estudiante muy dedicada y de excelencia. Me sentía muy afortunada de contar con la suerte de tener una madre que luchaba para que yo tuviera acceso a la educación, ya que en el ranchito en que vivía siempre le decían: “Las mujeres no deben estudiar porque se casan y tienen hijos o salen embarazadas, y no terminan sus estudios”. La secundaria y preparatoria las cursé en instituciones con internados, pues había un ahorro muy significativo en transporte y comida que me permitía continuar mis estudios.
Al terminar la preparatoria yo estaba segura de que quería seguir estudiando, pero era consciente de que por mi posición socioeconómica tenía que buscar una escuela accesible. Mis primeras opciones fueron universidades que contaran con internado, pero desafortunadamente en las que encontré no estaba la carrera que me interesaba estudiar, por lo que comencé a buscar universidades accesibles. Hallé varias opciones, dentro de esas la enes Morelia de la unam. Yo había escuchado el rumor de que era muy difícil entrar a la unam, por lo que dudaba en probar suerte, pero me armé de valor y dije: “No pierdo nada con intentarlo”. Este intento me convirtió en alumna de la licenciatura en Geociencias de la unam.
La unam me brindó oportunidades inimaginables. Primeramente, es un orgullo inmenso decir que estudié en la mejor universidad del país y que es reconocida mundialmente. Platicar con mis hermanas sobre las instalaciones y la calidad de profesores que día a día se esfuerzan por formar una nueva generación bien preparada es emocionante. Toda mi carrera siempre estuve becada y la Fundación unam se encargó de eso: como alumna de Ciencias de la Tierra, a partir del tercer semestre recibí el apoyo de su programa Grupo bal-unam; esto para mí significó no abandonar mis estudios.
Quiero expresar mi gratitud a la excelente misión que tiene la Fundación unam, como bien dice su lema, hace posible lo imposible. El apoyo de becas académicas y alimenticias, estancias en el extranjero, brigadas de salud, etcétera, son clave para que miles de estudiantes no abandonen sus estudios por falta de recursos económicos. Además, con sus programas de apoyo fomentan la calidad en la investigación científica, la docencia y el estudiantado y, sobre todo, nos motiva a los estudiantes a aprovechar al máximo los recursos otorgados, porque somos afortunados de contar con esta Fundación dentro de nuestra institución.
Durante mi formación en la unam pude conocer esos lugares más allá de mi pueblito, en las prácticas de campo. Cada vez que la naturaleza me sorprendía con un hermoso paisaje y la profesora o el profesor explicaba el contexto geológico, estaba más que convencida de que la unam fue la mejor opción para confiarle mi formación profesional, porque no sólo estaba llegando a lugares que pocas personas pueden visitar, sino que con ello venía un conocimiento inmenso que no me cansaba de aprender.
Visitar otro país, para mí, era imposible, pero en el octavo semestre apliqué a la convocatoria Movilidad Estudiantil Capacitación en Métodos de Investigación. Sinceramente, la solicité con muy poca confianza porque creía que era demasiado bueno como para que esa oportunidad se me presentara a mí, pero salieron los resultados y mi folio salió seleccionado; no lo podía creer, era de madrugada y desperté a mi mamá para darle la noticia, las dos lloramos de la emoción. La estancia la hice en Colombia, en la universidad eafit, donde me recibieron con los brazos abiertos y pude concluir los resultados de mi tesis de licenciatura. Viajar a otro país no fue nada sencillo, enfrenté miedos e inseguridades, pero al final me sentí satisfecha porque representé con orgullo y conocimiento a mi Universidad y me di cuenta de lo que soy capaz.
Mi tesis de licenciatura refleja la tenacidad y compromiso que me caracterizan, y me alegra que la Fundación unam y Grupo bal reconozcan este esfuerzo y dedicación con sus premios; esto ayuda a motivar a futuros profesionistas a desarrollar investigación científica con estándares de calidad.
La unam no sólo me brindó conocimiento, también hizo que desarrollara mi pensamiento crítico, me ayudó a vencer barreras de género, porque fui la primera mujer de mi familia a la que se le dio la oportunidad de estudiar y pude demostrar que se puede hacer y que se puede hacer excelente. Para mí, este logro significa mucho porque sirvió para que mis hermanas continuaran estudiando y para que mi madre viera que toda su confianza y esfuerzo invertidos en mí habían valido la pena.
La Universidad Nacional Autónoma de México ha sido testigo de mi crecimiento personal y profesional. Pertenecer a esta Casa de Estudios es haber cumplido ese sueño inalcanzable que veía de niña. La unam siempre estará en mi piel dorada y corazón azul. Mi enorme gratitud para la Universidad de la Nación.
¡México, Pumas, Universidad!
Ganadora del 3.er lugar licenciatura del Premio bal-unam Ciencias de la Tierra 2021 y de la Medalla Gabino Barreda