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La Ópera de Viena
reconoció este miércoles que hubo casos de maltrato a los alumnos de su academia de ballet y que tardó en despedir a una profesora, cuyo comportamiento la propia institución califica de "inaceptable".
"Reaccionamos demasiado tarde, esperamos demasiado", reconoció hoy en rueda de prensa Simona Noja, directora de la academia de ballet de la Ópera , en la que quince profesores forman a un centenar de niños y niñas de entre 10 y 18 años.
La Ópera de Viena, la institución cultural más importante de Austria, reaccionó así a un artículo publicado hoy por el semanario Falter que describe un "brutalidad, humillaciones, abuso sexual y anorexia" en la academia, de la que salen casi la mitad de los bailarines del Ballet de la Ópera.
"Estoy afectado, triste y enfadado", afirmó en rueda de prensa Dominique Meyer, director de la Ópera.
Meyer
explicó que parte de las acusaciones de Falter se refieren a una profesora, identificada como Bella R., despedida el pasado enero por su comportamiento.
"Han pasado cosas que son inaceptables. Queremos un esclarecimiento completo de todo", reconoció.
Falter cita a alumnos de esa profesora y a otros docentes, quienes la acusan de prácticas que rayan en el sadismo: tirones de pelos, arañazos, insultos y una exigencia tal que provocaba lesiones y heridas.
La docente, una reconocida bailarina y coreógrafa que trabajó muchos años en La Scala de Milán, ya fue despedida por sus métodos por Jolantha Seyfried, quien entre 2004 y 2010 dirigió la academia.
"Esa persona fue despedida como una de mis primeras medidas, porque sus métodos y su pedagogía eran intolerables, y había muchas quejas de los padres", denunció este miércoles a la radiotelevisión pública austríaca ORF.
Aún así, la nueva dirección volvió a contratarla como profesora del octavo curso, de chicas de entre 17 y 18 años.
La docente ya fue advertida dos veces desde 2016 por sus métodos, con la esperanza, según Meyer, de que cambiara su actitud, pero no fue despedida hasta el pasado enero.
"No es fácil porque esa profesora lograba buenos resultados. El objetivo fue siempre mantener los buenos resultados y corregir la parte mala. Pero cada vez fue más claro que no habría mejoras con esa mujer y decidimos que debía irse", explicó Meyer.
Falter también se refiere en su artículo a un presunto caso de abuso sexual ocurrido hace seis años: un profesor invitó varias veces a un alumno a su casa, le mostró un vídeo de contenido pornográfico e incluso se masturbó en su presencia.
Meyer afirmó que hace días supo, a través de la investigación de Falter, que el asunto está en manos de la justicia y que el profesor, que ha admitido haberse encontrado en privado con el alumno pero negado cualquier tipo de abuso, ha sido suspendido.
El director de la Ópera se refirió también a los problemas de anorexia y bulimia a los que, según Falter, conllevan la disciplina y la presión que se ejerce sobre los niños.
En este aspecto, la dirección del teatro defendió su postura y aseguró que la directora de la academia ha sido muy activa en la detección de problemas alimenticios y ha avisado a menudo a padres y médicos.
"No quiero que nada se quede en la oscuridad", dijo Meyer, quien ha pedido también que no se lance una "sospecha general" sobre todos los profesores ni sobre el trabajo de la academia de ballet.
La Ópera anunció una serie de medidas, como crear la figura de un ombudsman externo que atienda a padres, alumnos y profesores; establecer seminarios obligatorios de cultura alimentaria y aceptación del poco cuerpo; y que los docentes sigan cursos de educación deportiva, nutrición y sicología.
En cualquier caso, Meyer reconoció que la vida de los futuros bailarines, muchos de ellos extranjeros que viven en Viena alejados de sus familias, no es fácil.
Las autoridades educativas de Viena denunciaron hoy que se han dado casos de niños que no han podido continuar en esos centros al abandonar la academia de ballet cuando su rendimiento no era suficiente.
akc