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Juntos, en comunión como fue su vida desde 1962, cuando se conocieron en la India, hasta 1998, cuando murió el poeta, Octavio Paz y Marie José Tramini reposan desde ayer en el interior de una urna de madera de tzalam diseñada por su amigo Vicente Rojo. El Memorial que recibió las cenizas y que fue creado para tal efecto en el Colegio de San Ildefonso, será un espacio para resguardar su memoria y celebrar su obra, una obra intelectual que aún se mantiene en proceso legal para determinar el destino final del archivo literario y personal de Octavio Paz y que se cumpla su deseo de que quede bajo el resguardo de El Colegio Nacional, como lo manifestó en su testamento. Aunque al parecer su deseo podría no cumplirse.
Las cenizas de la pareja fueron depositadas durante una ceremonia notarial atestiguada por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Rafael Guerra Álvarez, quien entregó las dos urnas al rector de la UNAM, Enrique Graue, y a Beatriz Gutiérrez Müller, quienes las depositaron.
Luego del breve acto solemne en el que participaron Bárbara Jacobs, viuda de Rojo; Elena Poniatowska y Vicente Quirarte, presidente en turno de El Colegio Nacional, hubo una ceremonia más en el Patio de Pasantes ante la escultura-fuente también diseñada por Rojo. La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, informó de la creación de un fideicomiso que será “el instrumento para administrar los bienes y recursos provenientes de los derechos de autor y de distintas acciones para consolidar el patrimonio documental a través de sus nuevas instalaciones en la cuarta sección del Bosque de Chapultepec”.
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A la salida del evento, Sheinbaum confirmó a EL UNIVERSAL que “el acervo de Paz se va a quedar en la Cuarta Sección, en la Bodega Nacional. Esa es la idea, pero por supuesto nos vamos a poner de acuerdo. Evidentemente, tiene que estar el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y obviamente El Colegio Nacional” y agregó: “Una parte (del legado) puede quedar en El Colegio Nacional y otra en la Cuarta Sección. Nos vamos a poner de acuerdo. La idea es que (el acervo) sea parte de la Bodega Nacional”.
Y es que durante su discurso, ante más de una treintena de invitados, Sheinbaum dijo que el fideicomiso permitirá “autosustentabilidad a fin de concretar el programa puntual de clasificación de los bienes a cargo del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, definir de forma colectiva el fin social de los bienes inmuebles, y con excepción de los casos no acotados por el propio poeta, promover la difusión intensiva del legado intelectual que heredó el pueblo de México de su premio Nobel de Literatura”.
Señaló que la gestión de todas las instituciones involucradas lograron concretar los procesos para el depósito de las cenizas, y han agilizado el proceso intestamentario de Marie José, heredera universal del poeta, así como mantener la clasificación de los diversos bienes muebles que es un patrimonio de los mexicanos; y recordó además que el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia, el DIF de la Ciudad de México, recibió los bienes muebles e inmuebles del poeta y su esposa, “somos garantes, de cumplir junto con El Colegio Nacional y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, la expresa voluntad del poeta de que todos los papeles, cartas, documentos y correspondencia privada del testador sean depositadas en esta institución” y que no podrán ser publicados sino hasta que transcurran 25 años a partir del fallecimiento del testador.
La secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, dijo que han trabajado en el saneamiento, ordenamiento y conservación del legado Paz: “Manos profesionales y mentes comprometidas se encuentran en un proceso que ha sido complejo y harán que pronto este material intelectual y físico que custodia el Estado mexicano se conozca y se divulgue a plenitud”.
Custodios de la memoria
El Memorial donde reposan las cenizas de Octavio Paz y Marie José Tramini, en el Colegio de San Ildefonso, desde ayer a las 14 horas, ya está abierto al público. Se trata de un salón con un librero de piso a techo, con el que buscan brindar un espacio permanente de lectura y consulta con publicaciones del autor de El laberinto de la soledad, estudios críticos sobre la vida y obra del premio Nobel. Entre los libros que están ahí hay varios de diversos autores, como Guillermo Sheridan, quien ha estudiado la obra del poeta, ensayista y diplomático mexicano nacido el 31 de marzo de 1914; también hay ejemplares de la revista Vuelta, que fue fundada por Octavio Paz en 1976.
Los usuarios pueden tomar un libro o revista y sentarse en alguno de los cuatro sillones que están dispuestos para comodidad de los lectores. Al fondo han instaladas cuatro computadoras que no están conectadas a Internet, pues sólo contienen documentos de Octavio Paz que fueron digitalizados.
De los documentos que se podrán apreciar destaca el Diploma del Premio Nobel de Literatura, que le fue entregado a Paz en 1990, “por una poesía apasionada y de amplios horizontes, caracterizada por la inteligencia sensual y la integridad humanística”.
Entre los invitados a la ceremonia celebrada en el Patio de Pasantes estuvo el escritor Adolfo Castañón, quien al final del acto dijo a EL UNIVERSAL que hay distintos aspectos relacionados con el legado de Octavio Paz y haber colocado las cenizas en San Ildefonso representa un punto de referencia que va en paralelo al “ordenamiento” de los papeles del poeta. “El ordenamiento es una parte que está en proceso y después de eso hay un legado que ya no le toca tanto al Estado, sino a la sociedad civil para reasumirlo, que consiste en reinterpretar la obra de Octavio Paz”.
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En la ceremonia, Eduardo Vázquez Martín, director ejecutivo del Mandato del Colegio de San Ildefonso, celebró también la Catedra Extraordinaria Octavio Paz y dijo que las cenizas convocan al espíritu poético para que continúe viva su fuerza creadora. Por si parte, Bárbara Jacobs recordó el gusto con el que Vicente Rojo aceptó la encomienda y la pasión con la que diseñó las dos obras escultóricas en honor a la pareja. Y el rector de la UNAM rememoró los años juveniles que Paz pasó en El Colegio de San Ildefonso.
El acto concluyó con Las Mañanitas que le cantaron a Octavio Paz en el 108.° aniversario de su nacimiento; una porra y un “Goya”. Hoy arrancan tres días de jornadas literarias denominadas “Octavio Paz de vuelta a San Ildefonso”.