El primero de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio , establecidos en la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas que se celebró en Nueva York en el 2000, es erradicar la pobreza extrema y el hambre.
Sin embargo, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), de 2018 a 2020, 2.1 millones de mexicanos más entraron en la categoría de pobres en grado extremo.
“En plena pandemia de Covid-19, el incremento de la pobreza extrema es preocupante porque las condiciones de salud de ese sector de la población están expuestas a un mayor riesgo. Por eso urge que la administración actual tome cartas en el asunto. Yo creo en la estrategia de que los pobres son primero, pero éstos deben ser atendidos con políticas que les permitan salir de su paupérrima condición, que incluye la falta de acceso a los servicios de salud”, dice Delfino Vargas Chanes, investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM.
La economía informal también se ha incrementado a consecuencia de la pandemia. Así, cada vez más familias han tenido que salir a la calle a vender cosas para sobrevivir. De ahí que, en opinión del investigador, igualmente sea necesario fomentar la formalidad en los trabajos.
“La gente no puede vivir constantemente bajo condiciones de precariedad. Se debe cuidar a toda la población, pero sobre todo a la más vulnerable”, añade.
Enseñanza
El segundo objetivo de Desarrollo del Milenio es lograr la enseñanza primaria universal. No obstante, a raíz de la pandemia, no pocos alumnos de este nivel, pero también de otros, han abandonado sus estudios.
“También soy profesor de la UNAM y al menos tres de mis alumnos me han dicho que no pueden seguir mis cursos porque no disponen de dinero suficiente para tener una conexión a Internet estable. Ante esta situación he optado por grabar mis clases y subirlas para que las vean después, cuando puedan. Porque, en muchos casos, los jóvenes deben compartir una sola computadora con sus hermanos u otros miembros de la familia. Por otro lado, no me cabe la menor duda de que una enorme cantidad de jóvenes se vio obligada a dejar sus estudios y ponerse a trabajar, porque sus padres perdieron el trabajo”, apunta.
“Los pobres deben ser atendidos con políticas que les permitan salir de su paupérrima condición, que incluye la falta de acceso a los servicios de salud”; Delfino Vargas Chanes, Investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la UNAM.
Igualdad entre géneros
En cuanto a promover la igualdad entre géneros y la autonomía de la mujer (el tercer objetivo de Desarrollo del Milenio), es indudable que también ha sufrido un retroceso por la pandemia. En México, como en otros países, la violencia contra las mujeres ha aumentado de manera alarmante.
El temor a salir a la calle y las medidas de precaución que se debieron tomar ante el llamado de ‘quédate en casa’ forzaron a muchas familias a encerrarse y a dejar de percibir ingresos para subsistir, lo cual dio paso a una gran tensión.
La tensión acumulada generó conflictos internos que innumerables veces desembocaron en violencia contra las mujeres, sobre todo. Pero no sólo la violencia contra las mujeres aumentó, sino también los casos de ansiedad y depresión, y, por consiguiente, el número de suicidios.
“En otros países, por ejemplo, Nueva Zelanda, algunas organizaciones civiles han creado alternativas tales como casas de refugio, por nombrar una, para que las mujeres salgan del círculo vicioso de la violencia. Pero, en México, estas alternativas no existen a nivel institucional y las organizaciones civiles, cuyos presupuestos fueron recortados hace poco, se ven muy limitadas para atender las llamadas de auxilio de mujeres en situación de violencia”, indica Vargas Chanes.
Salud infantil
El cuarto objetivo de Desarrollo del Milenio, reducir la mortalidad infantil, tampoco se ha visto libre de obstáculos por la pandemia. Muchos niños con enfermedades crónicas fueron afectados en su momento por la falta de medicamentos y, como tuvieron que esperar casi un año para continuar con su tratamiento médico, su salud ahora está más deteriorada.
“Se sabe que la distribución de medicamentos en México es ineficiente por diferentes razones... Ahora bien, la falta de estos productos farmacéuticos ya ha durado bastante tiempo y ha sumido en la incertidumbre a miles de pacientes infantiles y a sus familiares (y también, hay que decirlo, a miles de pacientes jóvenes, adultos y adultos mayores).”
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Síndrome posCovid-19
Actualmente, Delfino Vargas Chanes, con el apoyo de la Secretaría de Salud de Guerrero, encabeza en el Hospital General de Acapulco “El Quemado” un estudio sobre el llamado síndrome posCovid-19.
“Lo hacemos en un hospital de Guerrero porque éste es uno de los estados con mayor pobreza del país, y lo concluiremos en octubre de este año porque no sólo estamos estudiando los efectos inmediatos, es decir, los que aparecen dos o tres meses después de la enfermedad, sino también los efectos a largo plazo. Analizamos variables desde el punto de vista tanto médico-clínico como social y emocional, porque el miedo al virus, el encierro, la incertidumbre causan enfermedades mentales o bien las incrementan. El objetivo es dar a conocer sus resultados a las autoridades competentes para que tomen decisiones encaminadas a ayudar a todas aquellas personas que han padecido y siguen padeciendo los estragos de esta enfermedad”, concluye.
Los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio son:
1) erradicar la pobreza extrema y el hambre
2) lograr la enseñanza primaria universal
3) promover la igualdad entre géneros y la autonomía de la mujer
4) reducir la mortalidad infantil
5) mejorar la salud materna
6) combatir el VIH/SIDA, la malaria y otras enfermedades
7) garantizar la sostenibilidad del medio ambiente
8) fomentar una alianza global para el desarrollo.
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