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El escritor Abraham Nuncio Limón, quien el 14 de marzo fue designado director de la Biblioteca Vasconcelos, tras el despido de Daniel Goldin, dejará su cargo el viernes 30 de junio.
El narrador, poeta y politólogo que radicaba en Monterrey dijo a su llegada que haría de la Biblioteca Vasconcelos la universidad de la lectura, pero ayer, apenas tres meses después de tomar el puesto, oficializó su renuncia que coincide con la terminación de su contrato; además, desde finales de mayo, había anunciado su salida.
El 14 de marzo, horas después de que Marx Arriaga (en un encuentro en Monterrey diera a conocer la llegada de Nuncio Limón a la Vasconcelos), el funcionario recién designado dijo a EL UNIVERSAL que quería darle a la Vasconcelos el carácter universal que debería tener, que cumpliera su correlato social y convertirla en la “universidad de la lectura”, es decir que tuviera una vinculación más estrecha, más fluida y más eficaz con las universidades.
Lo intentó, dicen trabajadores de la Biblioteca, pero carecía de margen de acción; se quejaba de que el presupuesto, actividades y voluntarios los coptaba la Biblioteca de México.
