"Nunca he robado nada", clamó este miércoles el director de cine y de teatro ruso, Kirill Serébrennikov, en el primer día de su juicio por un caso de malversación de fondos públicos por el ya que lleva un año de arresto domiciliario.
Tras varias audiencias técnicas a puerta cerrada, la jueza Irina Akkuratova abrió la parte pública del juicio, que varias figuras de la cultura consideran un nuevo ataque conservador contra la creación artística. La audiencia duró más de cinco horas y fue aplazada hasta el jueves.
Serébrennikov
, conocido como director teatral pero también por sus películas que tratan temas como la religión y el sexo, muy criticadas por las autoridades y los representantes religiosos, se presentó en el juzgado vestido de negro y con zapatillas deportivas de color morado.
"Lo único que puedo decir es que no entiendo nada. No reconozco mi culpabilidad. Nunca robé nada", dijo.
El director está acusado de haber malversado entre 2011 y 2014 unos 2 millones de dólares de subvenciones públicas otorgadas al Centro Gógol, el teatro que dirige en Moscú, con un sistema de presupuestos y facturas falsas.
El fiscal le acusó este miércoles de "coordinar un grupo criminal" para enriquecerse personalmente.
"Para mi está claro que es inocente y que la verdad está de su lado", dijo a la AFP el director ruso Andréi Zviáguintsev , que vino al tribunal para apoyarle.
Serébrennikov fue detenido en la madrugada del 22 de agosto de 2017
y puesto en arresto domiciliario cuando estaba en pleno rodaje de una película en San Petersburgo.
Cuatro meses más tarde, la justicia rusa embargó los bienes y activos del director, incluidos su apartamento y su coche. Varios de sus colaboradores también están imputados en el caso.
Según sus defensores, Serébrennikov es víctima del auge conservador en Rusia, donde los artistas están cada vez más bajo presión. Aunque el director no se opone directamente a Vladimir Putin, criticó varias veces las presiones sobre sus obras.
A causa de su arresto domiciliario, el cineasta no pudo participar en mayo en el festival de Cannes para presentar "Leto" ("Verano"), que competía por la Palma de Oro y cuyo montaje tuvo que terminar en su casa.
En diciembre de 2017 tampoco pudo asistir al estreno de su ballet "Nureyev", dedicado a la figura del bailarín de la época soviética que pasó al oeste en 1961. La obra provocó además una polémica que obligó a retrasar seis meses su estreno.
La semana pasada el director fue nombrado en tres categorías de los prestigiosos premios teatrales "Máscara de Oro". Y el domingo se estrenó en Zúrich (Suiza) su puesta en escena de la ópera "Cosi fan tutte" de Mozart, fruto de un trabajo de un año a distancia.
Serébrennikov fue nombrado en 2012 a la cabeza del Centro Gógol, que ha convertido en uno de los centros neurálgicos de la cultura contemporánea en Moscú. En 2016 dirigió una adaptación de la novela de Gógol "Las Almas Muertas", aclamada en el festival de Aviñón (Francia).
"Hay una batalla contra él desde que dirige el Centro Gógol", dijo a la AFP John Freedman, un escritor estadounidense y especialista en teatro contemporáneo ruso instalado en Moscú.
Desde su arresto, varias figuras del mundo del arte ruso e internacional
, como la actriz australiana Cate Blanchett, presidenta del jurado de Cannes en 2018, piden que se abandonen los cargos contra él.
akc