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Monterrey.- A pesar de las objeciones que presentó la representación del INAH en la entidad, porque se estaría contraviniendo la legislación federal, el Congreso local aprobó a propuesta del PAN, a la Ley de Patrimonio Cultural del Estado , una reforma que abriría la puerta a la comercialización indiscriminada de fósiles que son considerados patrimonio de la nación, al ser catalogadas como “grabados inusuales en piedra caliza”.
Durante la sesión, la diputada panista, Marlene Benvenutti, dio lectura al dictamen de la Comisión de Educación, Cultura y Deporte, elaborado con base a la propuesta que presentó su compañero de partido, Luis Susarrey Flores, la cual, dijo es de vital importancia para la preservación y enriquecimiento de la cultura de nuestra entidad, y destacó la creación del Comité Científico de Grabados Inusuales, que se integrará por perfiles designe el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León, que prestarán su servicio de manera honorífica.
Mencionó Benvenutti que al estado acuden científicos, expertos en paleontología a realizar investigaciones, y han señalado un alto valor científico y educativo, existente en lajas calcáreas que contienen información sobre plantas y animales fosilizados, que habitaron en el fondo de un mar que cubrió gran parte de lo que hoy es Nuevo León, durante el período cretácico, hace unos 90 millones de años.
"Lamentablemente esas rocas sedimentarias son procesadas en la industria de la construcción cortándolas en láminas para utilizarlas como piso y fachadas para el comercio nacional y son vendidas en metros cuadrados de piedra para la construcción que se envían hacia los Estados Unidos de América sin tener un control registrado de ellas”, dijo la diputada del PAN.
Finalmente señaló que esto “ha traído como consecuencia una considerable perdida de piezas que representan un gran valor científico, educativo y económico para nuestro país", al tiempo de aseverar que la reforma no contraviene ninguna disposición federal en la materia.
La iniciativa aprobada el miércoles, fue presentada por el diputado local del PAN, Luis Susarrey Flores y promovida por su compañero de partido, el empresario y coleccionista de piezas arqueológicas y paleontológicas, Mauricio Fernández Garza, quien posee en su museo personal, un pleisosaurio de 90 millones de años de antigüedad, localizado en 2011 en unas canteras de donde se extraía piedra laja para la industria de la construcción, en Vallecillo, Nuevo León.
Por su apoyo para la preservación y clasificación del fósil, el reptil marino fue bautizado como Mauriciosaurus fernandezi, en honor del coleccionista y tres veces alcalde de San Pedro Garza García, quien desde 2017 planteó públicamente la necesidad de elaborar una Ley Paleontológica Federal, “para evitar la destrucción del patrimonio nacional”, en este rubro.
La iniciativa aprobada por el Congreso local, pretende “promover el estudio y registro, como patrimonio estatal, de grabados inusuales de rocas calizas con valor histórico, que contengan carbonato de calcio”, para lo cual se incorporó a la Ley de Patrimonio Cultural del Estado la figura de un Comité Científico de Grabados Inusuales.
Sin embargo, la iniciativa que fue aprobada el PAN, PRI, MC y el PT, con el voto en contra de Morena y el PVEM, según el diputado morenista Luis Armando Torres, permitiría la comercialización indiscriminada de fósiles y piezas arqueológicas, hoy considerados patrimonio de la nación, al reclasificarlos como “grabados inusuales en piedra caliza”.
Expresó Torres, que según análisis colegiado que realizaron expertos en paleontología, arqueología y ciencias de la tierra, junto con la representación local del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) y el aval de la dirección nacional del INAH, la reforma iría en contravención a la Ley General de Bienes Nacionales que establecen que dichos objetos están sujetos al régimen de dominio público de la Federación y por lo tanto “son bienes inalienables, imprescriptibles e inembargables”.
Afirmó que al catalogar como “grabados inusuales en piedra caliza”, piezas que estaban consideradas como fósiles, se pone en riesgo el patrimonio cultural y paleontológico de la entidad, pues no obstante que los impulsores de la iniciativa plantearon crear un “comité científico” que clasifique las piezas, se estaría abriendo la puerta a la comercialización indiscriminada del patrimonio paleontológico nacional asentado en Nuevo León, pues no se puede cambiar la clasificación de dichos bienes de un plumazo, invadiendo atribuciones federales.
“Por eso yo y mi bancada nos opusimos y la combatimos; pero fuimos mayoriteados, pese a que teníamos el aval técnico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que, en todo momento y de manera colegiada, planteó una postura basada en el debate y la argumentación científica”, y como la reforma invade la esfera federal, anunció que la impugnará, dijo el diputado de Morena, al tiempo de reconocer a la diputada del PVEM, Ivonne Bustos, por votar también contra la iniciativa panista.
Armando Torres expresó que el Congreso tiene en este momento reformas más urgentes, y no debe perder el tiempo en reformas interesadas, innecesarias y que contravienen leyes federales.
Durante el proceso para la reforma, Guadalupe Rodríguez Martínez (PT), presidenta del Congreso y de la Comisión de Educación que elaboró el dictamen, ni siquiera recibió a los representantes del INAH para escuchar y atender sus observaciones, tal como antes los ignoró el anterior presidente de la Legislatura, Juan Carlos Ruiz (PAN).
Martha Elda Avalos Salazar, directora del centro INAH, Nuevo León, envió un escrito con sus objeciones al proyecto, recordando anteriores misivas y oficios del nueve de junio, 20 de agosto y el 23 de octubre de este año, donde pedían audiencia para exponer sus puntos de vista, tal como ya habían sido atendidos el empresario Mauricio Fernández, el director del Conarte, Ricardo Marcos, y el diputado Luis Susarrey, sin que fuera satisfecha su petición.