(Culiacán, 1949), quien ayer recibió el Premio Juan Crisóstomo Doria a las Humanidades 2021 que otorga la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo en el marco de la Feria Universitaria del Libro ( FUL ), concibe el trabajo de novelista como el de un constructor de esferas, “así me percibo todas las mañanas mientras hago mis rituales, como un constructor de esferas de palabras, un cuerpo de palabras perfecto que además de palabras me gusta que tenga música, aromas, sueños, paisajes y deseos”.
El narrador y colaborador de EL UNIVERSAL, autor de “Balas de plata” y “El amante de Janis Joplin” habla en entrevista de México, del viaje que hará en octubre a España para participar en un encuentro literario en Canarias y visitar a sus dos hijos y sus nietos que viven en Mallorca y en Lisboa, también habla de su proceso creativo donde se concibe como un oficiante de la novela, que como todos los escritores, aspira a crear una obra maestra, “Aunque empecé mi carrera escribiendo cuentos, soy novelista”, afirma Mendoza, el creador del detective Edgar “el Zurdo” Mendieta.
¿Llegar a la obra maestra es genialidad o puro trabajo?
El oficio de novelista es un oficio para malditos, la capacidad de obsesionarse permite mantenerte alerta sino durante todo el proceso sí por lo menos en el 80% de escritura real, que en mi caso ya sabes que dura alrededor de 2 años y medio o 3 años, porque la etapa de estarlo pensando me lleva cinco, seis, ocho meses, es fundamental porque en la parte de la escritura es donde uno tiene revelaciones y son revelaciones que no tienen que ver con la genialidad sino simplemente con el trabajo, de verdad. Desde luego si uno quiere conseguir algo que tenga una importancia tiene que seguir eso que es muy sencillo: trabajar , trabajar y trabajar.
¿Y ser un gran observador porque en tu caso siempre está presente la realidad?
Incluso creo que cualquier realidad es impactante para el autor, creo que la mayoría de los autores trabajamos mucho con los recuerdos pero también mucho con la percepción, creo que incluso los autores que trabajan sobre espacios lejanos parten de sus espacios conocidos , inmediatos y que los rodean aunque escriban sobre París o sobre Londres o sobre donde sea, creo que la base es su realidad. Por ejemplo, si yo un día escribo sobre Londres, el Támesis va a ser el río Tamazula porque es la posibilidad de crear estos paralelismos que funcionan para la creación.
¿Pero tú vas más allá, no esquivas la realidad social, política, cultural?
Aun cuando ves que están pasando tantas cosas terribles, yo no quiero, yo me niego a salir de mi país; los problemas de mi país, cotidianos, todo lo que nos envuelve y aumenta peligrosamente, como los millones de pobres, vieras como me duele y reconocer que lo único que yo puedo hacer es compartir libros. Todos los años regalo cajas de libros a las escuelas de la Sierra y es con la idea de que ellos se encuentre a sí mismos y puedan un poco a aspirar a salir de la situación tan lacerante en la que se encuentran, todo eso me duele e intentar llevar esa violencia a un discurso literario no siempre resulta fácil, porque siempre creo que uno tiene que tener la tendencia de convertir esas miasmas en un material estético y artístico.
¿En tu literatura se cuela siempre la violencia de México?
Siempre que intento ver el país lo primero que aparece es la violencia, la violencia y la falta de políticas reales , intensas, serias para cuando menos hacer un esfuerzo para resolver este problema gravísimo que estamos padeciendo y que parece que cada día se vuelve más lacerante, más amenazante para todos los mexicanos, no sólo los de Guanajuato o Michoacán , sino realmente para todos porque no hay un lugar donde te puedas sentir seguro.
¿Hemos perdido la seguridad y los paseos por México?
Con los años que tengo y habiendo recorrido todo mi país, y que he podido comer, dormir y probar las delicias en cada una de las ciudades y pueblos, pues claro que me duele, digo ¿cómo es posible que no pueda ir a tomarme un gazpacho a Morelia?, ¿cómo puede ser que no puedo ir a tomarme una paleta de elote en León, Guanajuato?; es decir, no puedo por qué está pasando esto, ¿por qué los políticos no se ponen a trabajar realmente y a resolver este asunto que tiene toda la urgencia que requiere y ponerle mayor atención que la que han puesto hasta ahora?
Te dan el Premio en el momento en que el Presidente dice que ha cumplido.
Sí, ándese paseando. Quiero leer su novela porque me dicen mis amigos que no es otra cosa que una novela , entonces quiero leerla y además la promociona todos los días, imagínate si yo tuviera un programa de radio y tele para poder promocionar “ Ella entró por la ventana del baño”, ¡Dios mío, al fin tendría un best seller! Pues lo vemos y decimos: ¡qué bárbaro!, ¡qué hombre tan inteligente nos dirige!, ¡qué forma de promocionar la lectura en este país!, me encanta y lo envidio. Es que tiene un estilo de hablar. Yo a veces entiendo a la gente que lo sigue porque los mexicanos tenemos avidez por escuchar cosas buenas aunque no las vivamos, y yo creo que lo que él y su equipo han descubierto es eso, siempre dicen cosas buenas.
Este premio que me dieron me hace sentir muy orgulloso y sin tener que hacer mañaneras.
¿Este premio reconoce una trayectoria que viene desde abajo?
Yo vengo de ahí donde la gente no tiene nada y donde la gente tiene que trabajar todos los días para procurarse el sustento, para procurarse todos los instrumentos de la vida que dan un poco de felicidad, el vestuario, la casa, del orgullo de construir una buena casa porque aquí los ciclones son muy crueles y cuando yo era niño eran muy crueles, allá en el continente donde yo crecí con mis abuelos llegaban y derriban las casas, ¿qué tenía que hacer mi gente, mi familia para que no les derribaran su casa? pues toda una serie de mecanismos, que sin ser ellos arquitectos o ingenieros civiles, lo conseguían.
Mi familia, mis amigos del rancho, mis compadres, todos me dan fuerza para salir; el día que intenté hacer una biblioteca, todavía no lo consigo pero ya tenemos el terreno, los hubieras visto llorando, esos tipos que tienen 70 años… y yo pegándoles cachetadas y diciéndoles “qué les pasa, denme fuerzas, desgraciados”.
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¿Hay varios proyectos aún por delante?
Acabo de terminar un libro, se lo di a Leonor (Quijada, su mujer) lo va a leer con mucha paciencia y ya esperaré sus opiniones, en su momento lo tendrá Verónica Flores, mi agente, y esperaré sus opiniones sobre qué es lo que conseguí, en tanto ya estoy en otro proyecto, ya lo tenía ideado en la cabeza desde hace como un año, ahorita ya llevo escritas como 5 mil palabras así que despacito, ahí voy.
Ya voy a salir el próximo mes por vez primera, iremos a un encuentro hispanoamericano de Literatura que es en Canarias, de ahí voy a ir a Tenerife a recoger mi Premio Negra y Criminal del Festival Tenerife Noir, y de ahí vamos a ver a la familia, uno de mis hijos vive en Mallorca y el otro en Lisboa, mi nieta Adriana es portuguesa y Yuk vive en Mallorca.