Más Información
Extinción del Inai; Adrián Alcalá pide a legisladores garantizar protección de datos y acceso a información
FOTOS: "Estábamos abriendo la bodega cuando nos sacaron los militares"; trabajadores narran operativo en plaza de izazaga
“Vamos por todos los peces corruptos”; Raquel Buenrostro rinde protesta como secretaria de Función Pública
Taddei insiste a Morena que se necesitan 13 mmdp para elección judicial; acuerda revisar presupuesto de nueva cuenta
ssierra@eluniversal.com.mx
Nómada, prolífico, pionero, maestro, escritor, Wassily Kandinsky (Moscú, Rusia, 1866 - Neuilly-sur-Seine Francia, 1944) es uno de los artistas más innovadores de la historia.
Fue uno de creadores del arte abstracto y es también uno de los más admirados pintores en todo el mundo, aunque las diversas facetas de su obra no se conocen a detalle. Y esa es una de las promesas que ofrece al visitante la exposición Kandinsky. Pequeños Mundos que hoy abre en el Museo del Palacio de Bellas Artes.
Es una muestra de 60 obras, de las cuales 27 provienen de dos instituciones rusas: The State Tretyakov Gallery y el Pushkin State Museum of Fine Arts de Moscú; y las demás fueron prestadas por los museos Metropolitano y Guggenheim de Nueva York; el Centre Georges Pompidou, de Francia; el Getty Institute y el LACMA de Los Ángeles.
La posibilidad de tener obras de tan diversos acervos es uno de los logros de esta muestra: es la primera vez que obras de las colecciones rusas viajan a América, y su salida no es fácil porque, por razones diplomáticas no detalladas ayer durante la conferencia de prensa, estas obras no pueden llegar y ni siquiera pasar por los Estados Unidos.
La exposición Kandinsky. Pequeños Mundos refleja la evolución de Kandinsky y los distintos periodos creativos. Enfatiza los aportes de su obra como pintor, pero también como escritor y teórico; fue autor de los libros Lo espiritual en el arte y Punto y línea sobre el plano, además de que en 1914 publicó una autobiografía, Mirada retrospectiva.
Hasta el 27 de enero el público podrá recorrer esta muestra que fue inaugurada anoche. El concepto curatorial de la muestra fue realizado por Miguel Fernández Félix, director del Museo del Palacio de Bellas Artes, y Xavier de la Riva Ros, con la asesoría de Natalia Avtonomova, una de las mayores expertas en el mundo en la obra de este artista.
Migel Fernández Félix destacó ayer que en Kandinsky, uno de los grandes referentes del arte moderno como teórico y artista, “la fuerza de su obra no radica necesariamente en el apego o el rechazo de presupuestos realistas, sino en su incansable sentido de búsqueda, en la necesidad apremiante —según lo describe Kandinsky en sus propios escritos— que todo artista siente por expresar las preocupaciones de su siglo pasadas por el tamiz de la creación”.
A pregunta de los medios, el director del Museo del Palacio de Bellas Artes detalló que la exposición tuvo para el Instituto Nacional de Bellas Artes un costo 12 millones de pesos, en cuanto a seguros, traslado y comisariado, aunque recalcó que pero el costo total de la muestra no se ha precisado, y que hubo diversos patrocinadores que hicieron posible su presentación en el país.
Lidia Camacho, directora del INBA, destacó que es la primera muestra del artista en México, y la definió como “una panorámica de la producción pictórica de Wassily Kandinsky, uno de los pintores más importantes no solamente de la Rusia del siglo XX sino de todos los tiempos.
Esta muestra, se dijo durante su presentación, fue posible, después de la presentación en Bellas Artes, hace dos años de la exposición La Vanguardia rusa .
El nombre de Pequeños mundos, explicó el curador Xavier de la Riva Ros, busca mostrar la diversidad estilística de Kandinsky, y retoma el título del portafolio que hizo el propio artista en 1922. “Creímos que era una buena manera de aludir a los distintos mundos estilísticos que se presenta en la exposición”.
Recorrido. Reconocido como uno de los iniciadores del arte abstracto, Kandinsky estudió música y dibujo antes de ir a la Universidad de Moscú a estudiar Derecho y Economía. Tras visitar en 1895 un exposición de impresionismo francés, la obra de Claude Monet lo impulsó a convertirse en artista. Rusia, Alemania y Francia, finalmente, fueron los lugares donde se fue desarrollando su trabajo. Tras salir de su país, a comienzos de los años 20, en Alemania fue uno de los maestros de la Bauhaus, pero con la llegada al poder de Hitler se refugió en París.
Las cinco secciones de la exposición muestran en primer lugar a un artista más figurativo, influido por el arte popular ruso —algo que le dieron sus estudios de etnografía—; luego aparecen otras obras que reflejan el surgimiento del color que lo condujo después hacia la abstracción; se aprecia la transición del expresionismo al arte geométrico abstracto; las obras de la Bauhaus —donde fue maestro—; las obras geométricas en las que se pueden ver círculos, triángulos y tableros de ajedrez.
Xavier de la Riva Ros explicó que hay una característica sintética en la exposición: “No es muy grande sino que contiene obras puntuales que permiten conocer la diversidad de estilos que él tuvo”.
No hay en este caso obras de otros artistas; se buscó mostrar la profundidad de su obra, para tratar de abordar toda su complejidad.
“A pesar de ser un artista muy conocido en todo el mundo, no se conoce a todo Kandinsky, la razón es que porque su biografía nómada su obra se encuentra repartida en distintos lados del Atlántico, y países históricamente enemistados —Rusia-Estados Unidos o Francia-Alemania— (hay) la dificultad de poder conjuntar los distintos periodos de las épocas en los países en donde vivió. Por la cercanía de México con Estados Unidos conocemos más su periodo de la Bauhaus que es lo que más se coleccionó en Estados Unidos. No obstante, esta exposición es una manera ideal de conocer ese Kandinsky menos conocido en el país que es el Kandinsky ruso, el que estaba influenciado por el arte popular, el artista de las sinfonías de Moscú”, comentó el curador De la Riva Ros.
Críticos y curadores coinciden en que la capacidad de cambiar, junto a la de escribir y su percepción de la música son grandes cualidades del artista ruso. “Antes que pintor, Kandinsky es un pensador”.
Kandinsky. Pequeños mundos ofrece una serie de espacios de inducción como un área que remite a los vínculos entre la pintura y la música, y donde habrá durante la exposición la oportunidad de escuchar a un pianista que interpreta temas que fueron muy importantes en la obra del artista. Aquí mismo hay un espacio que remite al mundo del muralismo, con una réplica de un panel decorativo diseñado por él, y como resultado de su pasión por la música y la escena.
La exposición expone también algunos de sus libros, cronologías y una explicación sobre las relaciones que Kandinsky encontró entre la música y la fuerza de los colores.
Presenta también videos, audios explicativos y gráficos a muro.