ha revolucionado la del mundo de habla hispana. El físico, ingeniero, doctor en física de partículas y divulgador de la ciencia, español, que es autor del canal Date un Vlog en Youtube que tiene más de 2 millones de suscriptores, y que en su cuenta de ciencia @jasantaolalla en TikTok supera los 3.5 millones de seguidores, ha logrado seducir a los jóvenes que se acercan a la ciencia contagiados por las “sorpresas” con las que Santaolalla se las “revela”.

El crack de la ciencia y gran divulgador entre los jóvenes asegura que no ha encontrado ningún secreto para hacer la ciencia interesante, porque otros ya lo hacían antes:

“Realmente yo no soy el gran mesías, todas las cosas que hago y digo ya las ha dicho otro antes. No estoy inventando la rueda; está todo ya descubierto”.

Santaolalla ha publicado siete libros, entre ellos “El bosón de Higgs no te va a hacer la cama” (Océano), que tiene más de 30 mil ejemplares vendidos en todo el mundo, y recientemente “¿Qué hace un bosón como tú en un big bang como éste?”, un libro divertido y desenfadado en el que habla de orgías cósmicas, polvo de estrellas y otras locuras cuánticas.

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“Una de las cosas que me ha caracterizado toda mi vida es ser muy observador de los detalles y siendo observador he visto cuando un profesor me conecta, he visto cuando un concepto me ha resultado fácil de entender y que no lo he olvidado, he entendido cuando al contrario desconecto, y a partir de ahí me he dado cuenta de cuáles son los elementos que hacen que nos conectemos con las personas que nos están transmitiendo información”, afirma el físico que ha presentado programas de ciencia en televisión, como “La última frontera o What”, y que es director de la plataforma Amautas.

Javier Santaolalla, el ingeniero en telecomunicaciones y doctor en física de partículas que ha trabajado en la sede de Ginebra de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), donde participó en el histórico descubrimiento del bosón de Higgs, asegura que no hay ningún secreto ni una regla de oro o algo así de cómo hacer que la ciencia les resulte interesante a los jóvenes, pero considera que hay formas de hacer que las cosas se faciliten o acerquen a la gente.

“A mí me pasó, yo soy investigador y muchas veces como investigador vives en una burbuja, una burbuja social porque te rodeas de investigadores que manejan los mismos términos, entienden las mismas cuestiones y hablan el mismo lenguaje y esto muchas veces te aleja de la gente, quizás lo que he hecho yo y que me funciona muy bien es romper esa burbuja y acerarme a la gente”, dice Santaolalla, quien asegura que por ejemplo en una conferencia, lo que acerca son generalmente son cuestiones emocionales, la forma de dirigirse a las personas, la sonrisa, el vocabulario, las expresiones, la pausa y luego también muchas veces las historias.

“Yo siempre fui muy lector y a mí me encanta que empiecen a contarme el contexto, que me cuenten la historia, que me hagan sentir que esto es un viaje, y todo eso son cosas que yo intento incluir en mis libros para que efectivamente el lector tenga una sensación de que está atravesando esa aventura que a mí me gusta sentir cuando estoy aprendiendo algo”, señala el científico y divulgador que tiene más 1.2 millones seguidores en Instagram.

Dice que esas historias se fraguan en el cerebro, por ejemplo, lo mismo que un cineasta tiene una estructura mental y una forma de conectar las neuronas y le hacen ver las imágenes directamente en el cerebro, y esa es una cosa que igual le pasa a un escritor que en su cerebro recrea la historia antes de escribirla, pues a un científico le pasa algo semejante, tiene una forma de entretejer las conexiones neuronales muy dadas por su trabajo.

“Yo realmente sí siento que mi cerebro es capaz de captar la ciencia de las ideas y a partir de ahí creo el contenido, si creo que tengo una especial facilidad para entender cuál es el núcleo de la cuestión y poder ir al concepto clave sin dar demasiadas vueltas, que yo creo es una de los errores que se comete cuando se divulga”, afirma Santaolalla.

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También asegura que es muy importante que la educación refleje estas nuevas formas de contar la ciencia, “si soy consciente de que está habiendo una remodelación del espíritu educativo, y está cambiando a muchos niveles y creo que es necesario. Yo sí me siento víctima de un sistema educativo desfasado y en mí caso pude sentir que la ocasión requería una reestructuración y una readaptación, y creo que muchas personas han visto lo mismo y están trabajando para conseguirlo”.

Santaolalla dice también que las películas y las series han puesto muchos fenómenos físicos y científicos en el vocabulario de la gente y eso ha permitido que los científicos tengan la oportunidad de explicar cosas al público en general que en una situación normal no estaría muy interesado, y que a partir de ahí explicar cosas de ciencia.

“He descubierto que hay dos cosas que hay dos cosas que a la gente le interesan en especial: una es, las cosas que ocurren en el día a día, porque el agua hierve, por ejemplo; y la otra cosa es cuáles son sus pasiones y la ciencia cómo funciona en su pasión. La ciencia atrapa muchas pasiones, lo que yo he aprendido a hacer es a responder a esas pasiones contándolas como lo hacen los escritores y los cineastas; al final nosotros cómo científicos tenemos que aprender a contar las cosas como ellos”.

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melc