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En el último siglo Santa Claus se ha convertido en el principal símbolo de la Navidad en el mundo Occidental.
Y ha servido para todo: campañas publicitarias, adornos, carreras atléticas. Incluso un pueblo se ha declarado el hogar de Santa Claus y básicamente es Navidad todo el año.
En muchos países los niños lo buscan en los centros comerciales para pedirle una foto, le escriben cartas para que les traigan regalos.
Y en Nochebuena hay incluso hay quienes —no solo menores, también adultos— siguen a través de internet su recorridopor las casas de los cinco continentes mientras los entrega.
Es una tradición que tiene su origen hace 60 años, en plena Guerra Fría, por una llamada equivocada a un comando militar estadounidense.
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"Esa historia hizo que el Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (Norad, por su acrónimo en inglés) decidiera usar su sistema de radares para seguir el rastro de Santa Claus durante su intenso recorrido en Nochebuena", le explica a BBC Mundo la teniente Sable L. Brown, vocera del Norad.
"Actualmente hay un equipo de 200 voluntarios que cada año reciben llamadas de miles de niños que nos preguntan dónde está Santa Claus y si se pueden comunicar con él", agrega Brown.
Pero en realidad, todo comenzó con un aviso en el periódico.
Guerra fría y Santa Claus
Finalizaba noviembre de 1955 y el mundo temía la posibilidad de que el enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética derivara en un conflicto nuclear que arrasaría el planeta.
Los gobiernos de Estados Unidos y Canadá había instalado un sistema de radares con el fin de detectar un posible ataque nuclear de la URSS a través del Polo Norte.
Una de las bases de ese sistema estaba localizada en la ciudad de Cincinnati, en el estado de Ohio. Durante la noche del 30 de noviembre de ese año, el coronel Harry W. Shoup contestó la siguiente llamada:
—¿Aló?
—¿Estoy hablando con Santa Claus?
Era un niño el que lo preguntaba. El coronel Shoup se quedó frío.
Se suponía que ese teléfono era solo para comunicaciones estrictamente relacionadas con los asuntos militares, como, por ejemplo, un inminente ataque nuclear sobre el país.
"El coronel entendió la situación, pero quiso saber cómo había conseguido el niño ese teléfono. Y resultó que tenía que ver con un anuncio que había salido en el periódico", explicó Brown.
El asunto es que una tienda local, famosa entre otras cosas por sus campañas publicitarias navideñas, había publicado un anuncio que incluía un número de teléfono al que los niños podían llamar para hablar con Santa Claus.
Pero un menor se equivocó al marcarlo —no una, sino dos veces, cuenta el periodista Matt Novak en el medio especializado Gizmodo—. Una de esas llamadas fue la que contestó el coronel.
Shoup le explicó gentilmente al niño que él no era Santa Claus y que no había llamado al Polo Norte, y mientras lo hacía se dio cuenta que estaba ante una oportunidad.
"Después de la experiencia, Shoup le dio la idea al equipo de relaciones públicas del comando militar de que además de proteger a Estados Unidos de un ataque nuclear gracias a sus radares, también podían decir que hacían lo mismo con el adorable Santa Claus", explica Novak.
Lo que hicieron fue, al año siguiente, publicar una nota de prensa en la que informaban que iban a rastrear el paso de Papá Noel por EU aquel diciembre para protegerlo de posibles ataques de aquellos "que no creían en la Navidad".
Así nació el Santa Tracker o rastreador de Papá Noel.
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Cómo funciona el rastreo de Santa Claus
En 1955 faltaban dos años para que los soviéticos lanzaran el Sputnik al espacio y décadas para que se empezaran a usar los satélites con la tecnología de geolocalización espacial, por lo que el proceso de rastreo se simulaba con los radares instalados para detectar misiles interoceánicos.
"Al principio informábamos por radio y por prensa cómo había sido el paso de Santa por EU, pero después abrimos un call center y poco a poco fue creciendo en popularidad", explica Brown.
Expertos coinciden en que el Santa Tracker se convirtió en una de las mejores estrategias de marketing en la historia de las fuerzas armadas de EU.
Especialmente después de la llegada de los satélites, el GPS e internet, que es básicamente como funciona ahora.
Durante la Nochebuena parte del sistema de defensa de EU sigue el trayecto de dos aviones que "vigilan" el paso del generoso anciano vestido de rojo a través del globo terráqueo.
De hecho, sistemas como Alexa de Amazon utilizan el rastreador de Santa del Norad para dar la información en su base de datos.
"Además de seguir el paso de Santa Claus, con el número de regalos que va entregando minuto a minuto, a través del portal, también atendemos las llamadas de los niños y respondemos sus correos electrónicos", informa la capitán.
Los niños suelen preguntar por la ubicación de Papá Noel, pero también suelen querer contactarlo directamente o consultan si pueden pedirle un regalo más.
"Antes de la pandemia trabajábamos con 1.500 voluntarios que les contaban a los niños que el Norad se comunica con el trineo de Santa a través de una luz infrarroja que llega directa a la nariz del reno Rudolph (al que se dedica una famosa canción navideña)", explica Brown.
Y reflexiona sobre cómo, trabajar durante la pandemia, le hizo valorar aún más este servicio.
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