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Los movimientos del arco sobre el violín y el violonchelo son portentosos, los gestos corporales de los integrantes de Trio Immersio son gráciles. Vira Zhuk, violinista del conjunto vienés, entona sus notas con toda la expresividad de su cuerpo: sacude la cabeza, cierra los ojos; alza y baja la varilla sobre su instrumento, acompasada con el ritmo de la música.
Ejecutan como primera pieza el “Piano Trio en Sol Mayor, Hob.XV: 25” del compositor austriaco Franz Joseph Haydn (1732-1809), pero le han dado un giro con su toque moderno. Su música de cámara resuena en el Centro Cultural Universitario de Morelia , y en el escenario se alza lustroso y elegante el piano de cola negro donde las manos adiestradas de Mariam Vardzelashvili recorren las teclas de un extremo a otro sin descanso, los dedos que se mueven con la experiencia de los años y sin errar nunca.
Las notas del violonchelo que toca Nemanja Stankovic son profundas, vibran con gravedad en la acústica del salón, contrastan con la melodía dulce del violín que agita Vira Zhuk. Las acompaña el piano que reproduce notas amables, y se fusionan los tres instrumentos en armonía. La impecable ejecución de estas obras clásicas demuestra por qué el conjunto, formado en 2013, ha ganado el premio Fundación Suzuki-Enami, el Premio de Artes del Banco de Austria 2016 y el Jade Duc, y por qué fue incluido en el programa del último día del Festival de Música de Morelia Miguel Bernal Jiménez.
No hace falta una señal, ni siquiera el contacto visual entre ellos para comenzar las interpretaciones, como si los integrantes de Trio Immersio estuvieran conectados espiritualmente por la música, con pleno dominio de sus tiempos y sumergidos por completo en su ámbito. Se dejan llevar por la melodía, y cuando cesan los instrumentos de cuerda frotada y sólo prevalecen las notas del piano las varillas se suspenden en el aire, expectantes y ansiosas por volver a acariciar las cuerdas.
Evocan a Georg Phillip Telemann (1681-1767) cuando se incorpora el cuarteto de violines para interpretar la pieza “Concierto para Cuatro Violines en Sol Mayor, TWV 40:201*”. Conducidos por Vira Zhuk, que se mece como si acompañara en el aire sus notas alegres, envuelven al público que contempla absorto los brazos que suben y bajan y se tuercen al rozar las cuerdas del violín.
La última pieza, titulada “Piano Trio en Do Mayor, Hob.XV : 27” también de Joseph Haydn, cierra con una nota prolongada que se va desvaneciendo hasta que la sala queda en silencio absoluto. Los integrantes de Trio Immersio se quedan pasmados, como si la energía de la canción abandonara lentamente sus cuerpos y bajan los brazos exhaustos.
Se levantan y agradecen con una reverencia en medio de los aplausos. Salen del escenario pero el público, eufórico en un coro de aplausos coordinados, exige una última interpretación. Vuelven contentos los miembros de Trio Immersio y complacen con una melodía inquietante de pincelazos sombríos en los que Vira Zhuk conmueve al público haciendo llorar a su violín con notas tristes.
Acaba la pieza y estallan las ovaciones; Trio Immersio se retira con otra reverencia y sin decir ni una palabra, pues sus interpretaciones lo dijeron todo.
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