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Nadine Sierra (Florida, 1988) tenía seis años cuando comenzó a tomar clases de canto, hizo su debut profesional a los 14 años con la Opera de Palm Beach, y a sus 20 se convirtió en la ganadora más joven de los Concursos Vocales de la Fundación Marilyn Horne y el Metropolitan Opera National.
En su “corta carrera”, como la describe, ha pisado con éxito escenarios como el Met, La Scala de Milán, así como recintos de París y Berlín.
A sus 29 años es considerada una de las cantantes jóvenes más prometedoras en la ópera actual, pero para ella este tipo de descripciones son solo etiquetas que la gente utiliza para crear sus propias expectativas o referencias. “Ese tipo de frases no me parecen muy realistas. Lo que veo real es que hay que trabajar duro para lograr ser una buena artista”, asegura vía telefónica desde Florida.
Ahora, Sierra cantará por primera vez en México el 2 de mayo en la Sala Nezahualcóyotl del CCU. La soprano interpretará arias de obras como Lucía de Lammermoor y Rigoletto en el concierto conmemorativo por los 40 años de la Orquesta Sinfónica de Minería (OSM), bajo la dirección de Carlos Miguel Prieto.
“Realmente disfruto mucho cantar estas piezas”, dice la artista, quien sostiene que su motivación más importante al subirse a un escenario es “presentar la música lo mejor que pueda y dejar algo a la audiencia”.
La ganadora del 2017 Richard Tucker Music Award rechaza buscar la fama o la sola idea de convertirse en una diva de la ópera. “No me siento en el papel de querer ser famosa o hacer mucho dinero, sólo quiero ser una buena artista para poder inspirar a las nuevas generaciones de cantantes que están buscando una oportunidad; e inspirar de alguna manera para que más gente aprecie la ópera”.
Ese trabajo con jóvenes y el gran público se puede ver en su Facebook o Instagram, donde mantiene una interacción constante con sus seguidores. “Hay que quitar el estigma de que la ópera sólo es para la gente mayor, rica, o blanca, especialmente en América, donde desafortunadamente tenemos esa distinción de razas, sobre todo con la gente que nos está gobernando ahora. Desafortunadamente esto se ha hecho más visible, lo cual es terrible. Tenemos que liberarnos de ese estigma pronto y creo que una manera de hacerlo es mostrar mi propia experiencia, como alguien joven que es parte de la ópera y que es posible crecer en la música clásica. Es lo que estoy tratando de hacer en mis redes sociales y he visto que la gente muestra interés y quieren saber más”, dice.
