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Los niños del Instituto Luis Vives se preparan para hablar frente a un público de adultos expectantes en la sala de conferencias. Para mitigar los nervios, los estudiantes realizan un ritual junto a su profesora de música, Rosa Soliveres, y entre risas, gritos y porras liberan energía para poder presentar la ópera que han estado preparando por meses.
Tal parece que la infancia está rodeada de un sentimiento en el que se cree que para ellos todo es un juego, que no toman nada con seriedad y, mucho menos, que son capaces de generar algo en equipo. Sin embargo, estos niños han logrado crear una compañía de ópera llamada La hoja del árbol, y ahora convocan para presentar su puesta en escena Mira y Recuerda, una ópera que retoma el tema de los adultos que vuelven a ser niños a través de los sueños.
Alrededor de 15 niños conforman la compañía, rondan los nueve y 10 años de edad; entre libretistas, compositores, escenógrafos y maquillistas está conformada La hoja del árbol, resultado del proyecto LÓVA (La Ópera, un Vehículo de Aprendizaje), o como lo llama Juan, miembro de la compañía, LÓVU (La ópera como un vehículo de unión). “Somos los primeros en Latinoamérica en hacer este proyecto, lo han hecho en España y Estados Unidos”, comenta Aina, otra de las integrantes.
Nerviosos, los chicos dicen sentir una gran presión por presentar algo de buena calidad, les aterra que todo salga mal en plena función.
En la sala de conferencias, que en realidad es su salón de clases adaptado para poder ofrecer la charla sobre su proyecto, se encuentran presentes todos los integrantes de la compañía, pero destacan: Aura, la directora de Producción; Juan, encargado de Relaciones Públicas; y Aina, la Regidora de la compañía. En sus rostros se nota el nerviosismo, les cuesta hilar las primeras palabras, pero al final logran decir sus cargos, lo que hacen y presentar a sus compañeros.
Juan, emocionado por contestar, recalca que lo más importante de este proyecto es que todos logran trabajar como un grupo, y que “todos somos iguales, si falta uno, nada funciona”. Uno de los integrantes de la compañía señala que la verdadera importancia del proyecto no es la ópera, sino el proceso del trabajo en equipo, el entendimiento con los demás. “Es el transcurso lo que importa, no el final”, agrega Aina.
Y fue en el proceso creativo que no todo el trabajo se desenvolvió como ellos hubieran querido, encontraron dificultades al proponer ideas, tuvieron desacuerdos, ahí radica la mayor problemática.
En la pared hay dibujos que representan las actitudes de los personajes de la ópera y no todos los estudiantes estuvieron de acuerdo con eso, ya que “no todos pensamos igual”, asegura por su parte Aura.
Sin embargo, todos están de acuerdo en que lo verdaderamente importante que han rescatado de esta experiencia es que les ha dado muchos valores. Aina toma la palabra y dice que los más importantes de estos han sido la empatía y la igualdad.
Las funciones de la ópera se realizarán en La Casa del Tiempo, de la Universidad Autónoma Metropolitana, ubicada en Gral. Pedro Antonio de los Santos, 84, colonia San Miguel Chapultepec, los días 14 y 15 de junio, a las 17:00 y 19:00 horas.