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Unos días después del sismo del 19 de septiembre, el cantante Juan Diego Flórez tomó su guitarra, se puso frente a una cámara y comenzó a cantar “México lindo y querido” para sus seguidores de redes sociales, además dejó un mensaje: “He seguido de cerca con preocupación los últimos sismos ocurridos en México. Todavía hay mucho por hacer y es por eso que realizaré un concierto benéfico para ayudar a aliviar el sufrimiento de las personas afectadas, y a la reconstrucción de este maravilloso país”.

La cita era para el 18 de octubre pero tuvo que cancelar por cuestiones de salud, un día se quedó sin voz por una traqueitis. Su recuperación fue rápida, pero su agenda le permitió venir a México hasta hoy para cantar en la Sala Nezahualcóyotl con la Orquesta Sinfónica de Minería bajo la dirección del maestro Enrique Patrón de Rueda.

El cantante, que es considerado como un héroe nacional en su país, Perú, dice que México es una nación con la que, inevitablemente, se tiene una conexión. “En Perú hemos crecido con la televisión mexicana, con las telenovelas, con El Chavo del 8, con las películas, con Jorge Negrete y Pedro Infante. Hemos tenido más influencia mexicana que americana; hay otros cantantes que han sido importantes, como Luis Miguel, Juan Gabriel. Nosotros hemos crecido con la cultura mexicana. Yo crecí también con los boleros, con las rancheras, mi padre sabía música mexicana y peruana. Yo aprendí a tocar la guitarra con canciones de Agustín Lara. México es un país muy presente para nosotros. La primera vez que canté en México fue en 2004 y para mí fue una gran emoción, estaba en el país que había visto desde niño por la televisión”, dice en entrevista un día antes del concierto a beneficio de los damnificados que ofrecerá esta noche.

Su versión de “México lindo y querido” es conmovedora. Quizá por eso, decenas de admiradores le agradecieron el gesto. La música, sostiene, de eso se trata, de ofrecer un aliciente, de conmover, de llevar un mensaje. De hecho, el cantante cuenta con un proyecto llamado Sinfonía por el Perú, que apoya a niños de escasos recursos. “La música, en el caso de mi proyecto, intenta cambiar a la sociedad”.

Respecto a su salud, explica que se encuentra bien. “Había tenido un concierto en Praga, lo canté y salió bien, pero ya sentía que algo pasaba.. Son gajes del oficio”.

El programa, cuenta, estará integrado por obras de compositores con los que se le ha reconocido, como Rossini, pero también con arias de un repertorio que está explorando. “Habrá Rossini, de Donizetti; pero también cantaré Mozart, tres canciones de Leoncavallo, el aria de Werther que es muy conocido para tenor. Ahora estoy cantando nuevas cosas. Por ejemplo, en enero haré Los cuentos de Hoffmann, también haré Norma, Faust, Manon, me estoy aventurado en un repertorio que pensé que jamás haría, pero también seguiré cantando obras de mi repertorio, por primera vez haré Ricciardo e Zoraide, de Rossini, en el festival de Pesaro. Cantaré Orfeo, de Gluck y haré mi debut en La Traviata en el Metropolitan Opera House. Son cosas muy interesantes para mí. Siempre he sido cuidadoso con la voz, así que he probado y me he preguntado cosas, pero felizmente todo me ha salido bien. Lo principal es sentir, probar, esto también tiene un poco de intuición, siento que, por ejemplo, Hoffmann lo haré muy bien, no me meto a un repertorio en el que puedo patinar. Si con Werther las cosas han salido bien, ya puedes imaginarte otras cosas. Poco a poco. Lo principal es no forzar ni empujar, la voz siempre tiene que ser libre, en escena tienes que sentir que estás disfrutando, que algo bueno te está pasando”, asegura.

El tenor publicó su primer CD con Sony Classical, un álbum dedicado a arias de Mozart. A pesar de no haber representado todavía ninguna ópera completa de ese compositor sobre los escenarios, la música del gran creador austriaco ha tenido un papel importante en su carrera.

Desde sus primeros estudios en el conservatorio hasta la actualidad, Flórez ha cantado e interpretado arias y piezas del compositor en sus recitales y conciertos.

“Las primeras arias que canté eran de Mozart, siempre lo he cantado en mis conciertos, he crecido con su música. Siempre tuve ganas de hacer un disco. No se había hecho porque siempre había algo más. Hasta que hablando con Sony acordamos hacerlo. En un concierto cantamos todo el disco y pensé que presentar durante una noche a Mozart podía ser complicado, pero el público lo pasó muy bien, todo salió bien. Mozart no tiene grandes agudos ni momentos de pasión, el tenor en Mozart siempre está en una línea vocal central, pero la gente realmente lo disfrutó”, explica.

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