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Tras una mirada cómplice entre Daeuk Heo , pianista y líder de HEO Trio, el contrabajista Alexis Coutureau y el baterista Kevin Lucchetti, arranca el recital de jazz con un ágil redoble de la batería, que marca el ritmo con la tarola, y poco después el contrabajo y el piano se incorporan a la pieza con una sincronía perfecta.
El Palacio Municipal de Morelia
, donde se celebra este concierto, resguarda entre sus columnas iluminadas de morado y rosa al público que mira atento los movimientos que ejecuta HEO Trio , grupo invitado al último fin de semana del Festival de Música de Morelia Miguel Bernal Jiménez. Cada integrante parece enfrascado en su propio instrumento, tienen la mirada perdida en el suelo o en la lejanía mientras dejan que sus manos creen la música.
Foto: José Gudiño
El trío, compuesto por un coreano y dos franceses, interpreta las canciones que conforman su más reciente álbum Sherpa , entre las que se incluyen “Watchfulness”, una melodía que incorpora ritmos suaves y calmados, y la canción que da nombre al disco, “Sherpa”, que pretende con su combinación de ritmos y sonidos producir una imagen de la cordillera del Himalaya, la más alta de la Tierra. Con una mezcla de tintineos, rasgueos de cuerdas y suaves redobles consiguen recrear una atmósfera tan pacífica como si se estuviera ante la cordillera, escuchando algunas notas que remiten a la cultura oriental.
De repente la intensidad de la melodía aumenta, el ritmo se acelera y Kevin Lucchetti comienza a golpear la batería con fuerza, las notas del piano parecen corretearlo, Coutureau rasga las cuerdas del contrabajo de tal forma que parecen chirriar. Están concentrados en la sincronía que deben tener para que no se desfasen y la ejecución rítmica se convierta en puro ruido, y logran la armonía.
Foto: José Gudiño
Daeuk Heo
toma el micrófono y agradece al público su presencia. Dándose a entender entre español e ingles presenta a sus compañeros, con los que formó HEO Trio en el año 2013 creando “un camino lleno de diversas interpretaciones con un lenguaje musical colorido”. Con cierta timidez, dice: “Mexican people are ‘adorable’, lovely” y suenan los aplausos.
Foto: José Gudiño
En las melodías finales hay tiempo para que cada instrumento ejecute un solo. En el turno del contrabajo, con notas graves, Alexis Coutureau desliza los dedos velozmente entre un acorde y otro, se acerca tanto al bajo que parece que lo abraza. La batería de Kevin Lucchetti atrapa con redobles frenéticos, las baquetas golpean indiscriminadamente la tarola, los toms y los platillos, cambia la velocidad de los ritmos de manera repentina. Pero es el piano de Daeuk Heo el que decide las emociones. En algunas canciones las notas son tristes, nostálgicas; él conoce con exactitud el tempo para provocar lo que desea. Con otras, más alegres, se acopla a la batería y al contrabajo para devolver al público la alegría del recital.
Foto: José Gudiño
La despedida de HEO Trio es con una pieza donde se combinan los tres instrumentos, las tres miradas y los tiempos medidos de los músicos. Bajan el ritmo lentamente y el público piensa que ha acabado. Entonces, con una ejecución perfecta y estruendosa, cierran con un movimiento final que toma a todos por sorpresa y la audiencia aplaude encantada.
akc