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El crítico musical Raúl Díaz examinó y alabó el programa "Revolución y pasión", que la víspera ofreció el Trío Continuum de origen ruso en el interior del Templo de la Compañía, recital ofrecido en el marco del Festival Internacional Cervantino (FIC) que incluyó el estreno mundial de Obertura 1917 , gratamente acogido.
Dejó en claro que siempre le ha interesado la buena música, y en este caso además son de factura rusa, ejecutada por instrumentistas de esa nacionalidad. El músico participó en la interpretación con su violín. Previo al concierto, Díaz ofreció una charla introductoria, para poner en contexto al público sobre el programa a ejecutar, posteriormente se llevó a cabo el concierto, al que el también periodista asistió para ser testigo del estreno de Obertura 1917 , una fantasía para violín, piano y violonchelo sobre las canciones de la Revolución Rusa. Recordó que “Vladimir Sagaydo (1986) violonchelista y compositor, es el autor de esa gran obra.
"Una de las líneas temáticas del FIC en su XLV edición es la celebración del primer centenario de la Revolución Rusa, y las particularidades de este concierto son varias: Música rusa, intérpretes rusos, estreno ruso y además el autor es un músico ruso vivo y él lo presentó", expresó Díaz.
El especialista puso en relieve que la conjunción de todos esos elementos es nada común, lo que hace mágico, hechizante al festival; “solo un encuentro como el Cervantino es capaz de hacer estas cohesiones, y no otras instituciones, públicas o privadas, dedicadas también al tema del arte y la cultura”.
Refirió que muchas instituciones encargan obras a algún determinado autor, que bien puede ser o no reconocido, y esa obra no siempre tiene la posibilidad de ser estrenada por su compositor. "En caso de ser así, el autor a veces no lo hace con su grupo permanente; menos común es que todos ellos sean compatriotas”.
Destacó además el hecho de que la escuela rusa de composición es de una enorme tradición, e incluye autores como Igor Stravinski (1882-1971).
“Es una tradición que data de siglos, no sólo en materia de composición, sino interpretativa”, refrendó. Acotó que la escuela de interpretación rusa, posteriormente soviética, es verdaderamente extraordinaria y reconocida en todo el mundo, “eso da un contexto especial, y si hacemos un ejercicio de escudriñamiento entre esos autores, aún entre los más atrevidos del siglo XX, como Stravinski, encontraremos el ‘alma rusa’ que recoge toda esa grandiosidad”.
Dicho lo anterior, Raúl Díaz se apoderó del micrófono para ilustrar a los asistentes sobre lo que escucharían a continuación, un programa extraordinario y cervantino a cargo del Trío Continuum, integrado por la pianista Irina Shishkina, el violinista Sergei Gorbenko y el chelista Vladimir Sagaydo, músicos de origen ruso avecindados en la Ciudad de México.
El compositor Mikhail Glinka (1804-1857) es inspiración del Trio Continuum y su fuente creativa. Considerado padre del nacionalismo ruso, su nombre está ligado a la vocación de exaltar la música sobre Rusia, dejando partituras como Trío Patético , para piano violín y chelo en Re Menor, obra con la que inició el concierto.
Otros tríos de Sergei Rajmaninov (1873-1943), Ígor Stravinsky (1882-1971), Gueorgui Sviridov (1915-1998) y Vladimir Sagaydo (1986) completaron el programa dedicado a la música de dicha formación de origen ruso, que tiene relación con uno de los ejes temáticos de la presente edición del Cervantino, que llegará a su conclusión el domingo 29 de octubre.
sc