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Se le conoce como el “violinista de las protestas” en Venezuela pero es posible que su casa a partir de ahora sea Estados Unidos.
“Lo más probable es que pida asilo, pero no es una decisión que ya tomé”, dijo el músico Wuilly Arteaga a Associated Press el martes tras tocar el violín en el famoso Lincoln Center de Nueva York .
Arteaga, de 23 años, llegó el domingo a la ciudad para participar en un foro que se celebró allí y tras el cual dijo que su prioridad es encontrar trabajo y, si lo logra, pedir asilo. El músico declaró que en Venezuela ha recibido amenazas por teléfono y a través de mensajes en las redes sociales. Su hermano, señaló, también las ha recibido.
“Estoy nervioso, preocupado. No sé qué va a pasar con mi vida”, dijo.
Arteaga saltó a la fama en mayo después de que agentes de la Guardia Nacional venezolana lo arrastraran junto con su violín durante una represión contra manifestantes en la capital venezolana. Con sombrías interpretaciones del himno nacional de Venezuela en medio de los gases lacrimógenos y lluvias de balas de goma, el violinista se convirtió en un símbolo del movimiento antigubernamental.
Vestido con una camiseta y gorra con el color de la bandera venezolana, Arteaga tocó el martes la canción “Alma Llanera” en un escenario mientras una gran pantalla proyectaba imágenes de las protestas que se propagaron por Caracas este año. En algunas aparecía Arteaga con sangre en la cara.
“Yo toco el violín por la paz, por la libertad”, dijo el joven a la audiencia que acudió al Oslo Freedom Forum, una cumbre que organiza la Human Rights Foundation para hablar sobre derechos fundamentales y democracia.
Arteaga también cantó un extracto de una canción titulada “Futuro”, compuesta por él mismo.
La instalación en agosto de una Asamblea Constituyente oficialista, que destituyó a la fiscal general Luisa Ortega Díaz y asumió las competencias legislativas de la Asamblea Nacional, fue fuertemente cuestionada por numerosos gobiernos de las Américas. Estados Unidos impuso sanciones a varios funcionarios del gobierno venezolano. Combinada con una profunda crisis política y económica, caracterizada por la escasez de todo, en Venezuela se generó un ambiente de agitación y violentas protestas que en los últimos meses causaron unas 120 muertes.
Arteaga, oriundo de la ciudad costera de Valencia, en el estado Carabobo del centro del país, estudió música durante dos años en el reconocido Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela , y luego completó su formación por su cuenta. Eso incluyó ver videos en YouTube, dijo el martes. Hace cuatro años el joven abandonó su ciudad natal y se mudó a la capital venezolana, donde comenzó a tocar en las calles y en locales comerciales para poderse mantener.
A finales de julio fue detenido en una protesta y liberado en agosto. Tanto él como sus abogados dijeron que fue golpeado con su instrumento por algunos funcionarios durante su custodia.
En Venezuela, explicó Arteaga, vive en la calle y en casas de amistades. A todas partes le acompaña su novia Hazel Pinto.
“Aquí no tengo celular, ni siquiera hablo inglés”, dijo.
De momento se queda en un hotel pagado por la Human Rights Foundation. Y es optimista, asegura. Va a ir en busca de contratos laborales
“Voy a empezar a comunicarme con gente que quiera orientarme”, dijo. “Tengo un compromiso con Venezuela y siento que al irme, estoy abandonando. Pero no es así”.
nrv