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El Coro de Madrigalistas de Bellas Artes anunció su primera temporada virtual que consistirá en programas que se retransmitirán, así como conciertos que fueron grabados durante el confinamiento. Sin embargo, dice su director, Carlos Aransay , ya está sobre la mesa de análisis una serie de programas que podrían realizarse en espacios abiertos cuando las autoridades culturales y sanitarias, así como el color del semáforo, lo permitan.
Al inicio de la pandemia , entre febrero y marzo pasados, en el mundo comenzó la discusión acerca del nivel de contagio que podría haber en los grupos corales, sobre todo cuando llegaron noticias alarmantes de coros en Ámsterdam y en Estados Unidos, en donde los contagios se contaron por decenas. Esa discusión continúa, pero ya es posible comenzar a plantear distintas opciones para retomar actividades. Una de ellas, cuenta Aransay, es ofrecer conciertos con pocos cantantes, en un espacio abierto como el patio de un inmueble.
"Todos los grupos hemos hecho propuestas de programas, aprovechando las sedes al aire libre que podríamos tener como el patio del Museo Nacional de Arte o del San Carlos; son cosas que podemos pensar porque además en México habrá un tiempo, en Finlandia, por ejemplo, es distinto. El Coro de Madrigalistas es una caja llena de elementos con los que podemos jugar de diversas maneras, son cantantes, solistas de primera talla nacional, así que podemos hacer conciertos con solistas, con duetos, con cuartetos", dice el director.
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De modo que, cuando sea posible, la propuesta es reiniciar con un coro de cámara, trabajar con músicos como el guitarrista Morgan Symanski para hacer música española, o el pianista Sergio Vázquez , así como incluir música argentina y brasileña.
"Un programa que me gusta mucho, que es nuevo y acabo de confeccionar y que he llamado música para la reflexión, sería con el pianista Israel Barrios , con mucha música minimalista. La doctora Lucina Jiménez (directora del INBAL ) también nos comentó acerca de hacer un programa in memoriam para las víctimas de Covid-19 en México y en todo el mundo, que podríamos hacer para el Día de Muertos; también nos queda El Mesías del que podríamos hacer un botón de muestra. Estamos buscando nuevas maneras de hacer las cosas y podríamos grabar un concierto a puerta cerrada, es algo que podemos explorar. Somos optimistas", indica Carlos Aransay.
Y agrega: "El análisis es diario, no se trata de ponerse en situaciones seguras, pero musicalmente incómodas, es decir, en donde no nos podamos escuchar o no haya comunicación entre los miembros, eso no serviría de nada. Tenemos que aprovechar que los espacios abiertos ofrecen garantías, que no habría una concentración de carga peligrosa; con esa información hemos cambiado mucho en los últimos meses, primero se hablaba de pantallas acrílicas, ahora sabemos que las salas cerradas no son adecuadas para el canto coral.
Debemos aprovechar los escenarios naturales para conciertos y para ensayos. Ya tenemos las herramientas en línea para ensayar, pero podríamos usar un espacio con grandes ventanales o abiertos para cantar seguros. Estamos ante la oportunidad de nuevos retos y de salir victoriosos".
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Mientras existen las condiciones, el Coro anuncia su temporada virtual conformada por siete programas con géneros muy diferentes, los cuales van desde el Renacimiento hasta la música contemporánea, se transmitirán los sábados a las 18:00 horas del 8 de agosto al 26 de septiembre a través de la plataforma contigoenladistancia.cultura.gob.mx y en el canal oficial de YouTube del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
Inicia el 8 de agosto con un homenaje a Ludwig van Beethoven con la retransmisión, desde el Palacio de Bellas Artes, de la "Sinfonía núm. 9", Coral, en colaboración de la Orquesta Barroca de Friburgo, y Cervantes y Shakespeare, viaje sonoro a lo largo de 400 años de historia y literatura.
Entre los programas que se destacan, está el denominado Música secreta, donde se rescata el trabajo de las mujeres compositoras del Renacimiento y del barroco. “Es un programa nuevo, lleva ese nombre porque es música que en su momento era casi secreta, era música que se tocaba en los conventos casi todos de clausura y en salones privados, porque eran mujeres compositoras y la historia nunca le ha hecho justicia”, asegura el director del Coro.
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Este programa, que se ofrecerá el 15 de agosto, contempla el dúo vocal de soprano y bajo "S’io m’en vo" de Giulio Caccini, que para esta presentación habrá un sexteto; son tres dúos acompañados en la tiorba y la guitarra barroca por César Castellanos.
Además, se realizará un homenaje a la ópera barroca francesa con Les Arts Florissants, de Marc-Antoine Charpentier. Para Aransay, “es una ópera de cámara para la Corte de Luis XIV en el Palacio de Versalles, y cuenta como la paz ha reinado y ha hecho que las artes florezcan; al final cantan los guerreros y los caballeros que han luchado, cantan todos en homenaje a la paz”. El coro final de la ópera O paix si longtemps desirée contempla 15 cantantes y al ensamble Antiqvua Metrópoli, a transmitirse el 22 de agosto.
fjb
