Si había algo que atosigara a don Jesús Fonseca Juárez a lo largo de sus 93 años era que las nuevas generaciones conocieran los momentos capturados en instantáneas del pasado que sólo quedan archivadas en las páginas de los diarios; el pionero del departamento gráfico de EL UNIVERSAL, que dio muchas batallas y capturó el acontecer de México y el mundo, murió ayer en la Ciudad de México por el Covid-19.

“Era un hombre muy preocupado por el archivo, porque la fotografía trascendiera su tiempo coyuntural y se convirtiera en un testimonio histórico para las nuevas generaciones”, afirma el foto historiador Arturo Ávila Cano, quien asegura que esa era una preocupación de don Jesús Fonseca, a quien define como “un ser multifacético que podía cubrir todo y bien”.

La mañana de ayer murió don Jesús Fonseca, quien trabajó casi cinco décadas para este diario; deja un legado invaluable, fue testigo de sucesos como el movimiento estudiantil del 68 y los sismos de 1957 y 1985.

Tenía 14 años cuando su padre, Severo Fonseca, quien hacía fotografía para producir fotobotones de los héroes de la Revolución que vendía en el Mercado del Volador, le enseñó el arte de la luz y la sombra, y del revelado. Esa fue su herencia.

Murió Jesús Fonseca, fotoperiodista legendario
Murió Jesús Fonseca, fotoperiodista legendario

Nacido el 27 de febrero de 1927, Fonseca fue testigo fiel de su tiempo; su interés en guardar la eternidad en una imagen surgió cuando su padre le pidió que cargara la cámara Kodak de cajón cada fin de semana. Ese fue el origen del reportero gráfico que a los 19 años vendió su primera fotografía al Gran Diario de México.

“Mi tío tenía un archivo enorme, siempre estaba actualizándolo, yo le decía que escribiera un libro, escribió muchas cosas, pero hace falta un libro que hable de su fotografía, espero que cuando su hijo salga del hospital pueda impulsarlo. Mi tío era feliz, todavía festejamos en febrero sus 93 años”, cuenta Rosalinda.

Sólo su trabajo sobre el Movimiento Estudiantil del 68 se reunió en un libro, pero ha circulado poco, asegura Arturo Ávila Cano, quien apunta que “es un fotógrafo que nos hace falta explorar, falta valorar a los foto historiadores; dar cuenta de la cobertura que él hizo de momentos claves de la historia mexicana, las visitas papales, los eventos de deporte a nivel internacional que tuvieron lugar en México y que él cubrió muy bien”.

“No ganaba, pero iba aprendiendo. Le fui sacando provecho a la cámara y la fui adaptando para sacar mejores imágenes. Empecé a revelar, me compré mis sustancias”, contó en 2016 el fotógrafo que vivió los cruentos días de 1968: “Sentí una bayoneta en la espalda”, dijo al rememorar cómo lo encañonaron por fotografiar a soldados en la escuela de Jurisprudencia.

En EL UNIVERSAL impulsó con varios compañeros el departamento de revelado con las condiciones propicias para trabajar; se comenzaran a archivar las imágenes para crear lo que es hoy el Archivo Fotográfico, se introdujo el flash electrónico, horarios escalonados y guardias nocturnas. Ese maestro de la lente, autodidacta, apasionado de la imagen fija, que ideó formas de hacer más eficiente el revelado fotográfico, se fue a los 93 años, dejando una historia incalculable en rollos y negativos que resguardan la historia de México. “Quiero mucho al periódico y mi trabajo, por eso no dejo de tomar fotos”, dijo en 2016.

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