Más Información
Diputadas reafirman compromiso en 25N; María Teresa Ealy impulsa la prevención, protección y el empoderamiento
Ejército envía 100 elementos de las Fuerzas Especiales a Sinaloa; realizan labores de vigilancia en la entidad
“No habrá democracia plena mientras persistan desigualdades de género"; Rosa Icela Rodríguez llama a formar parte activa
Noroña se lanza contra Trump; qué aranceles deberíamos poner hasta que dejen de exportar armas y consumir drogas, cuestiona
Magistrada Mónica Soto defiende labor del Tribunal Electoral; sentencias han sido apegadas a la Constitución, afirma
INE analiza propuesta de Taddei para secretaría Ejecutiva; candidata está señalada por malversación de fondos
Elisa Vargaslugo Rangel, la historiadora e investigadora que ayer murió a los 97 años, es considerada por el arquitecto Saúl Alcántara como la gran historiadora del barroco en México, la que supo ir más allá de las grandes catedrales y sus impresionantes portadas principales, es la que estudió como nadie los retablos de esas catedrales, que antes de ella no interesaban.
“A veces vemos sólo las grandes catedrales barrocas, pero que hizo doña Elisa Vargaslugo fue poner en valor los retablos barrocos dentro de esa gran arquitectura y con su trabajo hizo la salvaguardia del patrimonio cultural”, señala el arquitecto Alcántara, quien lamenta la muerte de la investigadora emérita de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero celebra su larga y productiva carrera.
El integrante del Seminario de Cultura Mexicana dice que Vargaslugo fue una gran conocedora e investigadora de los retablos barrocos de la Ciudad de México, de Oaxaca y Puebla. “En ese terreno a ella se le debe muchísimo”.
La historiadora y académica estuvo dedicada a la investigación por más de 65, se especializó en arte virreinal y por ello llegó a ser considerada un pilar de la investigación universitaria y del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
Nacida en Pachuca, Hidalgo, el 12 de agosto de 1923, la doctora en Historia del Arte, Facultad de Filosofía y Letras, recibió en 2011 el doctorado honoris causa por parte de la UNAM; en 2005 le otorgaron el Premio Nacional de Ciencias y Artes; desde 1999 era miembro de número de la Academia Mexicana de Historia; también fue miembro del Seminario de Cultura Mexicana, donde en diciembre de 2019 el ICOMOS Mexicano le rindió un homenaje y le entregó el Premio Federico Sescosse 2019.
“La cultura es el crisol de lo intangible del mexicano y doña Elisa Vargaslugo fue un pilar fundamental sobre el estudio del barroco mexicano; creo que no hay otra historiadora como Elisa Vargaslugo, aunque dejó a grandes herederos como Consuelo Maquívar y Jaime Morera.
Los pendientes.En la página de Estéticas de las UNAM se señalan varios libros en prensa de Elisa Vargaslugo, el arquitecto Alcántara dice que hasta donde él sabe, hay al menos dos, uno muy importante que tiene que ver con el tabernáculo principal del retablo principal de Santa Prisca, “este tabernáculo lo localizaron ella y Norma Laguna en una de las bodegas de Santa Prisca y lo restituyeron y está ahí presente, creo que esa es una de las publicaciones pendientes”, y el segundo es su trabajo fotográfico sobre el patrimonio cultural de México producto del viaje que hizo por todo el país junto con Francisco de la Maza, Salvador Aceves y Justino Fernández a finales de los 50.
“En diciembre de 2019, cuando fuimos a su casa para comentarle sobre su homenaje y el premio Sescosse ella nos contó de ese viaje que hizo y que fue de lo más maravilloso; hizo fotografías fascinantes que aun no se publican. Doña Elisa Vargaslugo fue un pilar fundamental del estudio del barroco mexicano, creo que no hay otra historiadora como ella”.
Al conocer su muerte, instituciones como ICOMOS Investigaciones Estéticas de la UNAM lamentaron su deceso.