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Antonio Caro
, el gran rebelde, gran ejemplo para su generación y gran maestro del arte conceptual en Colombia, falleció este lunes, según informaron medios colombianos.
Su “Colombia”, escrito con las letras de Coca-Cola , es un clásico del arte latinoamericano. Es una referencia tan grande y tan poderosa como las obras de Fernando Botero y ha sido varias veces portada de revistas especializadas y expuesta en lugares como el Georges Pompidou.
Antonio Caro, nacido en Bogotá en 1950, estudió en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional; ingresó con uno de los mejores puntajes de admisión de todos los tiempos, pero para compensar ese exabrupto histórico –según él mismo– se encargó de ser uno de sus peores estudiantes y terminó como desertor universitario. “Nunca me debieron admitir”, decía, “soy ciego y no tengo nada de motricidad fina”.
En 2016, de visita en México a partir de una invitación de la galería Kurimanzutto , explicó que desarrollaba obras que trazan vínculos entre la publicidad y el arte, que su propuesta era aprovechar las condiciones de la publicidad para comunicar su trabajo, utilizar códigos que son familiares a la sociedad para mezclarlos con una idea artística. Una propuesta conceptual con múltiples lecturas, unas más locales que otras.
Caro dijo entonces que si el artista no comunica sus cosas, no va obtener respuestas y las respuestas de la gente son las que hacen que un artista crezca: “Yo no creo mucho en los artistas escondidos, aislados, solitarios, los que están por allá en un sitio dibujando o pintando, incluso escribiendo. La publicidad es como un misil, se dispara un misil para que llegue directo a la cabeza de las personas. Trato de que mis producciones, comillas, artísticas, lleguen directo a la cabeza de las personas”.
Sus obras eran conceptuales. En 1976 su ‘Colombia’ fue un escándalo en el Salón Nacional . Recibió mención de honor y su nombre empezó a sonar por todas partes; era un niño genial que causaba ruido solo con su presencia. Y con sus cachetadas.
Unos años después de su "Colombia", no fue admitido en Salón Nacional y, para hacer un desagravio, la galería Belarca, ubicada enfrente del Museo Nacional, en el centro de Bogotá (donde estaba la exposición del Salón Nacional), lo invitó a exponer y Caro llenó las paredes de la Galería con un elocuente "Defienda su talento". En un momento se despidió de sus invitados en plena inauguración en la galería, fue al Museo, donde también se inauguraba el Salón Nacional y le pidió a los fotógrafos que lo siguieran porque iba a hacer una acción plástica.
Antonio Caro también usó su nombre para otras de sus grandes series: “Todo está muy caro”.
* Con información de Sonia Sierra
nrv