Más Información
Osiel Cárdenas, exlíder del Cártel del Golfo, recibe auto de formal prisión; enfrentará juicio por homicidio
Jóvenes mexicanos pasan más de 2 mil horas al año en el teléfono; OCDE alerta sobre su impacto en la salud mental
Sergio Gutiérrez Luna destaca aprobación de 25 reformas en la 66 Legislatura; "Un logro histórico para la 4T", señala
Secretario de Agricultura reafirma defensa del maíz blanco; "Seguiremos apoyando la producción nacional no transgénica", afirma
¿Maíz transgénero? Rubén Rocha corrige desliz durante discurso en Sinaloa; destaca importancia del maíz blanco
Sheinbaum asegura apoyo total a Sinaloa para enfrentar violencia; "Nunca los vamos a dejar solos, aquí está la presidenta"
María de Jesús de la Fuente Casas, María O’Higgins, murió la noche del lunes; tenía 101 años. Originaria de El Barrial, en Rayones, Nuevo León, María fue pintora, artista, promotora del arte de su esposo el muralista estadounidense Pablo O’Higgins —impulsó su investigación, catalogación, conservación y difusión—; fue desde muy joven activa en las causas en pro de las mujeres —por ejemplo como defensora de oficio— y fue gestora cultural.
María, que estudiaba y hacía pintura, se formó y tituló como abogada; estudió en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Nueo León, en 1947 fundó la Escuela de Trabajo Social y dio cátedra en ella hasta 1949; en los años 50 propuso, organizó y dirigió la primera Defensoría de Oficio para Mujeres y los Jardines del Arte de Monterrey. Estuvo estudiando en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Nuevo León en distintos periodos.
De 1962 a 1964 fue ayudante en el trabajo mural del pintor Pablo O’Higgins en el Museo Nacional de Antropología; había conocido al artista a finales de los años 50. Desde muy pronto investigó y realizó una cronología de la obra de O’Higgins; a partir de 1983 —año de la muerte del artista— coordinó exposiciones de él en distintas estados y fuera del país. Coordinó el inventario y el resguardo de la obra de O’Higgins; promovió la investigación, la conservación y difusión de sus murales, gráfica y cuadros. Desde 1997 presidía la Fundación Cultural María y Pablo O’Higgins.
En 2014, al recibir un reconocimiento por parte de la Universidad Autónoma de Nuevo León, dijo: “Deseo que todas las instituciones culturales y los alumnos amen a sus universidades, porque no sólo nos dan techo y aulas, nos señalan las reglas por las que debemos vivir en sociedad, trabajemos todos por ello; ruego a todos que ayudemos a esta sociedad que nos necesita, pero parece que somos ajenos a ella, debemos trabajar por un mundo en donde todo ser humano viva con la dignidad que merece”. Hizo un donativo de 20 litografías de O’Higgins a la UANL.
La Secretaría de Cultura dijo que habrá un homenaje a la artista en 2022. En 2017, María donó al Museo Mural Diego Rivera 14 bocetos correspondientes a siete murales de O’Higgins realizados entre 1934 y 1964: La lucha de los obreros contra los monopolios (1934), Expropiación petrolera (1939), Lucha contra la discriminación racial y la unidad obrera (1945), La maternidad y la asistencia social (1946), Dios del fuego/Lucha del pueblo tarasco (1964), Boda indígena en San Lorenzo (1964) y Paisaje tarahumara (1964).
La directora general del INBAL, Lucina Jiménez López, indicó que “María representa la voz de una mujer adelantada en su tiempo, defensora de los derechos de las mujeres, consciente del valor patrimonial que representaba el acervo que construyó con Pablo O’Higgins”.