Este sábado se inaugura la retrospectiva del artista francés Ben Vautier (Nápoles, 1935) en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo ( MUAC ), titulada “La muerte no existe”. Se trata de la primera exposición en solitario de Vautier en latinoamérica.
También conocido sólo como BEN, el artista es contemporáneo de Yves Klein y Arman , perteneció a la generación que aprendió de Marcel Duchamp y se considera como parte del movimiento artístico Fluxus -que prioriza el proceso sobre el resultado-. Vautier también aborda temas como el etnicismo y la cultura de las masas.
En la foto el curador Barenblit frente a la exposición: “La muerte no existe” en el MUAC de Ciudad Universitaria. Foto: Carlos Mejía/ El Universal
En “La muerte no existe” se podrán ver “centenares de obras”, del artista. No hay un número cerrado, explica en entrevista el curador de la muestra Ferran Barenblit, pues es muy difícil saber cuándo inicia y termina una pieza. Las colección de piezas en exhibición abarcan 60 años de carrera de Vautier, se podrán ver fotografías de sus acciones, como “Jeter Dieu à la mer”; pinturas en gran formato como “Le cyclope”; esculturas realizadas con múltiples objetos comunes como “Sculpture objet suspendu et boute mystere”; posters, entre otros.
Lee también: Voladores de Papantla reciben disculpas de Moneyman por publicidad ofensiva
Le cyclope [El cíclope], 2005. Foto: Ben Vautier, cortesía del artista y de Galerie Eva Vautier
“BEN estuvo encantado desde el primer momento sobre exponer en México. En primer lugar porque es una exposición de dimensiones extraordinarias en cuanto a número de obras en una latinoamérica que quizás todavía no se ha reconocido la importancia que tuvo Fluxus”, dice Barenblit.
Pese a las innumerables obras, destacan con fuerte protagonismo sus famosos cuadros con frases escritas en idiomas como francés e inglés. Por tratarse de la primera vez que el artista expone en México, creó nuevas pinturas con frases escritas en español y náhuatl.
En la foto el curador Barenblit frente a la exposición: “La muerte no existe” en el MUAC de Ciudad Universitaria. Foto: Carlos Mejía/ El Universal
“El hecho de que haya obras en español y náhuatl tiene que ver con el cuestionamiento al ordenamiento del mundo poscolonial. El uso de los idiomas tiene que ver con un cuestionamiento general al Estado-Nación, sobre todo a la pluralidad nacional lingüística de territorios, como México. El quiere dirigirse directamente al público y no sólo a través de su idioma, sino poner un cuestionamiento político a la forma en que está ordenado el mundo”, detalla el curador sobre la motivación para crear estas nuevas obras.
El especialista explica que el cuestionar el relato único y el ordenamiento global son parte fundamental de la obra del francés.
“Vautier es un artista de producción incesante, descomunal y sí es una producción pensando en México y ¿qué quiere decir traer una muestra así a la Ciudad de México? que es una ciudad cosmopolita que muestra tantas tensiones contemporáneas prefiguradas en el trabajo de Ben, como la cuestión del ordenamiento del mundo, el cuestionamiento al Estado-Nación”, agrega el curador.
Foto: Carlos Mejía/ El Universal
Entre esas obras realizadas especialmente para esta muestra, se encuentra la que le da el título de “La muerte no existe”. Barenblit comenta que este título engloba el cómo Vautier fusiona vida y arte y la ironía, unas de sus características más destacadas en su quehacer artístico. “Ben fue uno de los pioneros en quitarle la solemnidad al arte”, sostiene.
Lee también: Rusia divide al Mondiacult: reproches a Frausto y participantes abandonan diálogo
La muerte no existe, 2022. Foto: Ben Vautier, cortesía del artista y de Galerie Eva Vautier
Al pedir que explique a que se refiere con que Ben Vautier fusiona el arte y la vida, el curador pone como ejemplo un performance del artista en el que sostiene un letrero que dice “Mírenme y basta”.
“Esa yo creo que es su fusión de arte y vida, la línea más corta entre una idea y su plasmación. Gran parte del trabajo de Ben no es, sino ocurre, entre ese pestañear de ojos del mírenme y ya basta, porque fuerza al espectador a tomar una posición. Todo su trabajo dialoga con los grandes temas de la vida: el nacer, el sexo, la muerte, pero siempre con esta distancia irónica de dudar de todo”, dice el curador. Justo hay una obra en la muestra en la que se lee (y se titula) “Ben doute de tout [Ben duda de todo]”, haciendo guiño a la idea de su predecesor Marcel Duchamp sobre dudar de todo.
Ben doute de tout [Ben duda de todo], 1974. Foto: Ben Vautier, cortesía del artista y de Galerie Eva Vautier
Tracer et signer la ligne d’horizon [Trazar y firmar la línea del horizonte], 1962. Registro de la acción. Foto: Ben Vautier, cortesía del artista y de Galerie Eva Vautier
“Ben es verbo, es un artista de acción. Su origen está en gran parte en ese performance” es una frase del curador Barenblit que podría resumir con claridad cómo es que BEN lleva la vida al arte. Los factores de la acción, la vida y lo cotidiano vuelven a Vautier un artista que no sólo ha vivido adelantado a su época -“fue Fluxus antes de Fluxus”, agrega el curador-, sino que su obra se sienta vigente en tiempos de hiperconectividad a través de redes sociales, donde todo ocurre en un “pestañeo”, similar a esa “línea corta entre una idea y su plasmación”, que menciona el curador.
Foto: Carlos Mejía/ El Universal
“Aquí se pueden tomar lecturas para más cosas, como las redes sociales. El trabajo de Ben tiene interpretaciones que se pueden ir expandiendo”, afirma Barenblit, por lo que asegura que esta muestra está diseñada para la audiencia, pero no para una que sea pasiva, sino que sea activa, que se ve forzada no sólo a pensar, sino también a dudar.
Foto: Carlos Mejía/ El Universal
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, Qatar 2022 y muchas opciones más.