Durante la década de 1880 Montmartre era un barrio pobre y alejado de París, pero cque al poco tiempo se convirtió en el lugar del arte más vanguardistas donde se realizaban las convenciones académicas y burguesas.
Las calles, los cabarets y los cafés del barrio fueron el escenario de una explosión creativa, marcada por la bohemia y la vanguardia de la mano de jóvenes artistas e intelectuales que desafiaron a lo establecido.
Fue el caso del reconocido artista Henri de Toulouse-Lautrec , o Vincent van Gogh , Jean-Louis Forain , T.A. Steinlen o Pierre Bonnard, quienes contribuyeron a este florecimiento de este movimiento.
La CaixaForum
recrea aquella fascinante aventura en una exposición de producción propia que reúne más de 350 obras, entre pinturas, dibujos, esculturas, grabados, carteles y fotografías, de más de 20 artistas, que fueron cedidas por museos y colecciones privadas.
La muestra refleja el espíritu de Montmartre , el desarrollo del arte y la manera en la que Toulouse-Lautrec y sus contemporáneos influenciaron la evolución de la producción artística efímera, el espíritu bohemio y las creaciones artísticas.
Foto: Captura de pantalla
“El espíritu de Montmartre consiste en ser radical, antisistema y antiburgués. Son artistas, escritores y músicos que se ven a sí mismos como los márgenes de la sociedad y cuando se mudan allí encuentran un lugar en el que trabajar juntos”, explicó a El Cultural el crítico de arte y comisario independiente Phillip Dennis Cate.
La muestra Lautrec y el espíritu de Montmartre presenta la confrontación de los artistas vanguardias y radicales con el arte académico; así como los diversos temas que exploró Lautrec: su relación con los cabarets, los cafés, el teatro, la prostitución, el circo y la ilustración periodística.
akc