ssierra@eluniversal.com.mx
En dos conferencias celebradas en París y en la Ciudad de México, el gobierno mexicano demandó ayer nuevamente la cancelación de la subasta de la casa Millon que hoy pondrá en venta 120 piezas prehispánicas, de las cuales 95 se anuncian como de México, aunque especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) determinaron a través de un peritaje que 23 no son auténticas, que son de reciente factura.
Entre las obras que se ofertan se encuentran piezas teotihuacanas, de Guerrero, Oaxaca y otras de las culturas del sureste, de las culturas olmeca y maya.
De acuerdo con la agencia EFE, la colección total de la subasta, en parte propiedad del matrimonio de coleccionistas Manichak y Jean Aurance; tiene máscaras y figuras cuyo precio estimado se eleva en algunos casos a los 80 mil euros (88 mil dólares).
A pesar de que México envió el 12 de septiembre una carta a Millon solicitando la cancelación de la subasta, de que además el INAH interpuso una demanda ante la Fiscalía General de la República a finales de agosto y de que se solicitó apoyo a la Interpol e intervención de la UNESCO, la casa subastadora aseguró ayer que el remate continúa: “Mantengo la venta y soy garante de la defensa de los derechos y de la propiedad perfecta de mis vendedores”, respondió el presidente, Alexandre Millon, a la Agencia Francesa de Prensa (AFP).
En París, el embajador Juan Manuel Gómez, dijo que la Fiscalía pidió colaboración en materia penal del Ministerio de Justicia francés para investigar un posible delito de tráfico y comercialización ilícita. En México, el director general para Europa de la SRE, Bernardo Aguilar, dijo a la prensa que el país considera que la comercialización de las piezas arqueológicas como las que se exhiben en la subasta “fomenta las excavaciones arqueológicas ilícitas, el saqueo, el tráfico ilícito y las falsificaciones, que priva a las piezas arqueológicas de su esencia cultural, histórica y simbólica, reduciéndolas a simples objetos de decoración”.
María Villarreal Escárrega, coordinadora nacional de asuntos jurídicos del INAH, agregó que no se tiene conocimiento real de cómo y cuándo salió este patrimonio del país, pero que la legislación mexicana, desde 1827, tiene prohibida la salida del patrimonio arqueológico del país, y que de acuerdo con la Ley Federal de Monumentos Arqueológicos Artísticos e Históricos de México, “este patrimonio no puede ser comercializado, no tiene un valor comercial, y son bienes propiedad de la Nación, inalienables, e imprescriptibles, lo cual quiere decir que de ninguna manera pueden estar en el comercio”.
A pesar de las peticiones y acciones de México, Millon nunca dio una respuesta formal o por escrito al gobierno nacional y tampoco a la UNESCO.
En contraste, en declaraciones a EFE, Millon aseguró que si la subasta acaba siendo anulada “se reclamará el perjuicio causado” y declaró: “Si países de América Latina quieren favorecer el mercado negro no pueden hacer otra cosa que intentar sabotear ventas como esta, que son ejemplares”.
Gómez denunció que en Francia y otras zonas de Europa la comercialización de piezas arqueológicas como éstas son frecuentes y que “fomentan el saqueo, el tráfico ilícito y las falsificaciones (...) perpetuadas por la delincuencia organizada transnacional”.
Juan José Bremer, representante de México ante la UNESCO, dijo que el país se suma a la iniciativa de Egipto y Grecia para fortalecer la convención de 1970 creada para que se respeten los bienes culturales de los demás países.
A pesar de que México no consiguió suspender la venta, Guatemala sí logró que desde la semana pasada Millon no vendiera una estela maya que también iba a ser subastada hoy. (Con información de Agencias)