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El gobierno mexicano ya terminó de pagar los 47.4 millones de dólares que costó el controvertido espectáculo de Luzia, comisionado a Cirque du Soleil; la suma equivale, al tipo de cambio actual, a 900 millones 600 mil pesos. El pago inició en 2014 y finalizó en mayo de 2018, aunque debió haber concluido en 2019 —como estaba pactado— y se cubrió en cinco exhibiciones. Además, de su estreno oficial en mayo de 2016 a la fecha, sólo 42% del público encuestado consideró viajar a México tras ver el show basado en la cultura nacional. El dato, según el Consejo de Promoción Turística (CPTM), fue obtenido a través de una “encuesta” a los asistentes.

Además, el CPTM informó a EL UNIVERSAL que el público objetivo del Cirque du Soleil se identifica como amantes de la diversión, 55% son mujeres y 45% hombres, 69% tiene un ingreso anual de más de 75 mil dólares (un millón 400 mil pesos) y 83% cuenta con educación “postsecundaria”. De este universo, 36% dijo que el espectáculo le había impactado positivamente en la percepción que tienen de México.

El CPTM no ofreció detalles de su medición ni informó su metodología. Sin embargo, en junio pasado Daniel Lamarre, presidente y director ejecutivo de la empresa canadiense, concedió una entrevista a El Financiero e informó que después del show “se le pregunta a la gente qué piensa y lo que más dicen es que quieren venir a México. No es coincidencia que haya más gente de Estados Unidos visitando México después de que el espectáculo ha estado de gira en ese país y en Canadá”.

En enero pasado, el CPTM estimó que entre 2016 y 2017 habría un aumento de 10% de turistas canadienses a México, país en donde inició la gira. Aunque ni el Consejo de Promoción Turística ni la Secretaría de Turismo ni el propio Lamarre han podido asegurar que ese incremento se debe a que esos nuevos turistas a tierra mexicana hayan visto Luzia.

José Alberto Vera, de Parametría, empresa dedicada a la investigación estratégica de la opinión y análisis de resultados como herramienta fundamental para conocer la imagen de las instituciones o personas, indica que si las preguntas que se hacen al público no cuentan con una metodología, se obtienen resultados sesgados.

“Una encuesta necesita de una metodología para recabar información y para seleccionar al informante. Si no cuenta con metodología, si no hay criterios de selección de las personas encuestadas, lo que se obtiene es sólo un sondeo. Las encuestas de salida en tiempos electorales sólo tienen un criterio: que la persona haya ido a votar; pero aún en este ejercicio si se hace de manera seria también se lleva a cabo una selección del informante. Los sondeos, en cambio, no tienen criterios de selección, de modo que los resultados son representativos de quienes participaron, nada más”, sostiene el especialista.

Lamarre, al ser cuestionado sobre cómo midieron cuántos de los asistentes a Luzia decidieron viajar a México, dijo que sólo se pregunta a la salida; de modo que para que los resultados sean fehacientes, se tendría que tener las respuestas de cada uno de los asistentes, que según el CTPM, suman un millón 512 mil 826 entre mayo de 2016 y junio de 2018.

Durante su primer año, Luzia fue vista por 823 mil 53 espectadores, cifra que según el CPTM es superior al dato pronosticado por el Cirque du Soleil; se realizaron 844 espectáculos en 11 ciudades de Estados Unidos y Canadá. Durante su segundo año hubo 689 mil 773 asistentes, es decir, una reducción de 133 mil 280 personas.

Para Vera, una encuesta necesita de un procedimiento serio. Por ejemplo, se debió seleccionar un número de las personas que adquirieron boletos de primera fila, otro número de los que se sentaron en medio y otro número de quienes se sentaron hasta atrás, porque estos tres grupos tendrán perspectivas diferentes. En cambio, si el sondeo se realizó sólo con quienes compraron los boletos más costosos, se tendrán una inclinación positiva.

“El que pagó un boleto hasta el frente y el que sólo fue como invitado podrían tener respuestas diferentes. De modo que si no hay metodología, se pueden tener resultados sesgados a favor. Alguien que puede salir muy emocionado tendrá tendencia a responder positivamente. De entrada, ya hay una predisposición, estás en ese evento y has pagado por él, porque has asumido que es bueno. Lo interesante habría sido tener una encuesta de cuál es la opinión de México antes de ver el espectáculo y al salir se les vuelve a encuestar para ver si hubo un cambio”, detalla el experto.

Se pagó la deuda. Según información proporcionada por la Secretaría de Turismo a este diario, la inversión de 47. 4 millones de dólares que se hizo para este espectáculo se dividió por partes: En septiembre de 2014 se pagaron 5 millones de dólares; 10 millones en agosto de 2015 y otros 10 en mayo de este año. Mientras que para abril de 2017 se pagaron 11.2 millones y la misma cantidad para 2018.

En 2016, el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, informó que celebró un acuerdo con esa empresa con el propósito de generar una plataforma de marketing que posicionara la imagen de México en los mercados internacionales para difundir “la riqueza turística mexicana en diversos escenarios mundiales”. La gira pactada es por siete años y concluirá en 2023 y recorrerá 450 ciudades del mundo, las mismas en las que la empresa canadiense tiene presencia.

El CPTM reportó que el espectáculo visitará durante al menos los siete años pactados hasta ahora, 30 mercados internacionales y ofrecerá cerca de 2 mil actuaciones.

Luzia se estrenó en Montreal, Canadá, el 21 de abril de 2016; pero la premier oficial se realizó el 4 de mayo de ese año. Ha recibido críticas favorables, sin embargo, The Washington Post publicó que Luzia “no es el capítulo más espectacular del Cirque du Soleil (aunque deslumbra con cortinas de lluvia)”.

El proyecto provocó que la comunidad cultural manifestara su desacuerdo. Primero, un grupo de creadores de artes escénicas como los actores Daniel Giménez Cacho, Luisa Huertas, Julieta Egurrola; de directores de escena como Martín Acosta y Enrique Singer; de dramaturgos como Richard Viqueira y Hugo Alfredo Hinojosa, entre muchos otros, enviaron una carta al presidente Enrique Peña Nieto para pedirle, entre otras cosas, que se recorte el número de funciones pactadas y el ahorro se reinvierta en producciones nacionales. Después, otro grupo de teatreros que integran colectivos como Teatro Quimeras y Teatro Mexicano, presentaron el proyecto La ruta del sol y la lluvia para producir 600 espectáculos con una inversión equivalente a la hecha en Luzia. De la Madrid aseguró que no eran necesarias sus manifestaciones y que los escucharía personalmente para “planear algo”. No sucedió.

Luzia se estrenará en México, ofrecerá funciones del 30 de agosto al 23 de septiembre en la Explanada López Mateos de Guadalajara; del 4 al 21 de octubre en Monterrey y del 8 de noviembre al 23 de diciembre en Santa Fe. Los precios van de los 890 pesos a 2 mil 490 pesos. El artista Rubén Ortiz, crítico de Luzia, hoy, ante el estreno, cuestiona: “¿Por qué los mexicanos tendrán que volver a pagar por un boleto si ya acabamos con la deuda que cubrimos entre todos?

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