Durante décadas, el escritor y cronista chilenomantuvo su vida en vilo a partir del recuerdo de una bomba que en septiembre de 1973 cayó muy cerca de su casa y rompió el cristal de la ventana e hizo añicos su memoria y su relación con Chile. Hace unos años, la muerte de su madre, la pandemia y la paternidad lo afincaron una larga temporada en la casa de su infancia y lo llevaron a indagar en ese bombardeo que fue parte del golpe militar orquestado por Pinochet.

La investigación derivó en un pasaje oscuro de la historia oficial cita exploración dió lugar a Una historia perdida (Tusquets Editores, 2023), su primera que se inscribe en una nueva técnica narrativa que el periodista nacido en 1969, llama literatura crónica, ese relato que está entre la ficción y la no ficción, entre la crónica y la novela.

“Lo que pasa es que hemos vivido engañados, nos han querido convencer que no ficción es la verdad y que la ficción es mentira, y realmente desde la ficción podemos llegar a unas verdades que son distintas, que afectan directamente a las personas, pero que son verdades, a fin de cuentas. Yo uso herramientas de la literatura, pero también hago una investigación como no se había hecho nunca con respecto a este caso, voy a las fuentes, desacredito las otras versiones que estaban circulando y que eran muy fáciles de descartar porque estaban basadas solamente en rumores, hago una investigación”, señala el cronista.

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El autor de Equipaje de mano, Sexo y poder, el extraño destape chileno y La vida de una vaca asegura que tras los diez libros publicados de no ficción, pasa con este libro de la crónica literaria a la literatura crónica; “me interesa una literatura que trabaje con las herramientas de la investigación de la crónica periodística, porque siento que nosotros podemos entregar nuevos datos, que no han existido hasta ahora, nueva información, pero también podemos llegar a nuevos puntos de las personas con la literatura; entonces por eso me interesa trabajar básicamente con esas herramientas”.

A 50 años del golpe de Estado de Chile, esta novela revela una de sus tramas más desconocidas: en pleno bombardeo aéreo a La Moneda, un piloto giró su avión para disparar contra el hospital de la Fuerza Aérea. Contra las órdenes; contra su propio bando. ¿Quién fue el piloto que en 1973 cambió su rumbo para bombardear el Hospital de las fuerzas armadas de Chile? Ese capítulo perdido de la historia de este país es iluminado en la primera novela de Juan Pablo Meneses.

“Esta es una nueva forma de hacer novelas con esto de la literatura crónica puede servir para alumbrar lugares distintos en el lector. Te pongo un ejemplo, yo escribiendo esta novela, descubrí que yo soy un niño bombardeado, descubrí que yo sufrí físicamente las consecuencias de ese ataque, descubrí que yo todo el tiempo quería irme de mi país porque me había tirado bombas en la cabeza el mismo país. Descubrí que tenía consecuencias de salud mental, de querer irme del lugar donde estaba”, dice el crónista que trabaja en la gran aventura desconocida del Che Guevara.

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