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Lleno de contrastes entre represión y deporte, 1968 trajo hechos históricos al país. Aún hay muchas preguntas sin responder en torno a la violencia previa a las Olimpiadas: ¿cómo fue que unos días después de que murieran tantas personas se inauguraron los Juegos Olímpicos de la paz?, ¿cómo fue que México dejó en el pasado el hecho atroz para disfrutar de la justa deportiva?, ¿los deportistas, que llegaban con la ilusión de una medalla, sabían lo que había ocurrido?
Son preguntas que saltan al escenario en el marco del 50 aniversario de aquel histórico 1968. El escritor y director Flavio González Mello, en compañía de los actores Omar Medina, Sofía Silwyn y Diego Garza, presentaron esta semana en conferencia el regreso de la puesta en escena Olimpia 68. Lecciones de español para los visitantes a la Olimpiada.
La coordinación Nacional de Teatro de INBA, en conjunto con Erizo Teatro, presenta 27 escenas historias de la juventud del 68, no sólo de México, sino de las naciones que participaron en las Olimpiadas, y los problemas que enfrentaban jóvenes de entre 18 y 30 años. El director pone énfasis en que no es una historia documentada, sino que en ella los espectadores podrán ver reflejada la vida de la juventud de entonces y las similitudes a 50 años de distancia.
Los realizadores explicaron que es una obra diferente a lo que estamos acostumbrados respecto a ese histórico año; si bien Olimpia 68 no es una denuncia ni una crítica al gobierno, sí expone la violencia que enfrentaron los estudiantes y cómo los extranjeros descubrieron ese contexto.
“Va y viene entre lo realista e incluso costumbrista, y a esto le agregamos lo deportivo. Cuenta pedacitos de muchas historias que se entrecruzan en esas semanas en las que México fue sede de una Olimpiada”, aclaró el director.
La obra se presenta hasta el 14 de octubre en el Teatro Julio Castillo, del Centro Cultural del Bosque. Funciones de jueves a sábado a las 19 horas y domingos a las 18 horas.