GUADALAJARA, JAL. —Pascal Quignard (Verneuil-sur-Avre, 1948) es considerado uno de los escritores más importantes de la literatura francesa contemporánea. El autor que alcanzó fama internacional con "Todas las mañanas del mundo" se encuentra en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara para presentar su libro "El amor el mar" (Sexto Piso, 2023), que recién se publicó en español.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el ganador del premio Formentor 2023 explica el suceso que vivió durante la pandemia que lo llevó a escribir este libro:
“El primer título que tuve en mente era "El amor el mar la muerte la músic"’, pero era muy largo. Escribí esta novela durante la pandemia de Covid-19. Mi hermano menor, que era músico, murió y no quise hablar directamente de eso, así que tomé un periodo muy semejante en la historia de Francia, donde había guerra de religiones, epidemia de peste”.
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"El amor el mar" cuenta la historia de dos músicos en el siglo XVII: Hatten, que es laudista, y Thullyn, una mujer virtuosa de la viola. “Es una historia de amor absoluta, pero con una separación incomprensible. No comprendemos por qué se dejan, como cuando alguien muere”, describe el también ganador del premio Goncourt (máximo galardón literario francés) en 2002.
En un fragmento del libro se lee una larga descripción sobre todo aquello que no es amar —“Todo hombre, toda mujer, que asigna un fin al amor, no ama”, es una de las frases—; al respecto, Pascal Quignard explica que para él el amor es “la nostalgia de una fusión que conocimos cuando estábamos en el vientre de la madre, una fusión total y en toda la vida el hombre y la mujer llegan a tener el recuerdo de esa fusión total”.
Pascal Quignard viene de una familia de gramáticos —su abuelo fue el respetado lingüista francés Charles Bruneau— y músicos, y estudió filosofía en la Universidad de Nanterre. Estos antecedentes han influenciado su escritura, que tiene un estilo que en la crítica literaria han calificado como “barroco”.
Redacta en frases cortas, “fragmentadas”, usa lenguaje poético y tiene muchas referencias musicales, ello caracteriza sus obras, incluyendo "El amor el mar".
El escritor francés toca el piano y antes tocaba el violín, aunque su salud ya no lo permite.
Y aunque es un apasionado de la música, también es un entusiasta del silencio, pues explica que para él la escritura es un acto que se debe hacer en silencio.
“Para mí, escribir es un ejercicio espiritual que hago todos los días, sin vacaciones. Lo necesito para recapitular mi vida, así que escribo mucho (...) Escribo en completo silencio y me sorprende saber que hay muchos escritores que trabajan con música. Cuando escribo un libro, distribuyo los capítulos como si fueran melodías. En "El amor el mar", como es sobre la separación de un hombre y una mujer, trabajé sobre una pieza musical extremadamente triste de Ernest Chausson, que es el grave en Fa menor”, dijo en un encuentro que sostuvo previamente con medios durante la FIL Guadalajara.
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Era 1994 cuando, en el punto más alto de su carrera y fama, el escritor francés decidió apartarse de la sociedad; se mudó a un pueblo lejos de París para concentrarse en sus obras literarias. Este estilo de vida le ha permitido escribir la serie “Último reino”, que hasta la fecha lleva 12 volúmenes; así como 14 novelas, seis compilaciones de cuentos y cinco ensayos, sólo por mencionar algunas cifras de su prolífica obra.
“Fue difícil, en medida que perdemos (él y su esposa) mucho dinero. Pero es más difícil porque perdimos amigos, porque a ellos no les gusta que critiquemos que ellos se queden entre sí. Pero estoy extremadamente feliz de haber tomado esta decisión. La razón por la que decidí aislarme es porque ya había trabajado durante 25 años y quería vivir otra vida, más solitaria, más feliz y con más música”, explica en entrevista Quignard.
Pese al aislamiento, el escritor francés, también famoso por no participar en debates políticos y no externar sus posturas, dice que está al tanto de lo que ocurre en el mundo y muy a su estilo comparte su visión sobre el estado actual de la sociedad:
“Por su puesto estoy al corriente de lo que ocurre, pero me sorprende algo: todas las religiones, el sintoismo, el taoísmo, el budismo, el cristianismo, todas detestan toda política posible y tenían razón; inventaron cada una eremitas, monjes, preservaron el monasterio de los libros, preservaron la cultura, yo estoy de ese lado”.
Pese a considerarse “un ermitaño”, el escritor francés Pascal Quignard se mueve como un extrovertido nato en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Toma con gozo las interrogantes de la prensa y firma contento los libros de los fanáticos que se acercan a él. Cuando, en un encuentro con medios de comunicación se le preguntó cómo era estar en un magno evento como la FIL, cuando busca la soledad, Quignard dijo:
“Para mí es muy difícil estar frente a tanta gente, prefiero estar solo, pero cuando hay alguien como Basilio Baltasar (editor) y que me da la oportunidad de que gracias al premio (Formentor) y a la traducción de mis obras... sólo puedo agradecer y ser feliz... Sé que hice muy bien al venir a México”.
Al final del encuentro, se le preguntó si los finales felices son posibles para él, Pascal Quignard dijo que le gustaría que la vida tuviera un fin distinto al desdichado que conocemos.
Luego de su participación en la FIL Guadalajara, el autor francés estará hoy en la Ciudad de México, donde presentará, en la galería Kurimanzutto, su performance "El amor el mar/ La música la muerte", a las 19 horas. Y este sábado 2 de diciembre también presentará su libro en la librería El Péndulo Roma, a las 12 horas.
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