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El arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma , Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2022 , dijo este miércoles que su "viaje a Tenochtitlan " para descubrir con sus excavaciones la capital del imperio azteca en el "corazón" de la urbe de Ciudad de México fue técnicamente "una tarea difícil".
Pero más complicado aún fue establecer un debate en los medios de comunicación con críticas de "gente tozuda que no sabía nada de arqueología", afirmó.
En un encuentro con estudiantes de la Facultad de Humanidades de la ciudad española de Oviedo, donde el próximo viernes recibirá el galardón que reconoce su "extraordinario rigor intelectual para reconstruir las civilizaciones de México y Mesoamérica", resaltó la dificultad de los primeros trabajos ante la falta de textos que explicaran las deidades de los aztecas, el lugar donde se hallaban y los ritos que realizaban.
Toda la información lograda se alcanzó en las excavaciones realizadas tras el descubrimiento, en el invierno de 1978, de un monolito durante una excavación que estaban realizando unos obreros para la compañía eléctrica y que, en vez de romperlo para seguir trabajando, pararon sus tarea para no destruir el hallazgo, según señaló Moctezuma.
Durante cuatro décadas se han realizado labores de arqueología y de otras disciplinas que han permitido conocer un imperio que se fundó en 1325 y fue conquistado en 1521 por las tropas de Hernán Cortés, que contó con la ayuda de los pueblos indígenas que estaban sometidos por los aztecas, a los que tenían que dar tributos.
Moctezuma hizo hincapié en la construcción del templo mayor, una edificación piramidal de 45 metros de altura y 84 de ancho, en la que destacaban unas escalinatas que daban mayor relieve al centro simbólico de este imperio.
Otra de las disputas a las que tuvo que enfrentarse el arqueólogo fue el debate, auspiciado por parte de la prensa, sobre la necesidad de reconstruir las ruinas aztecas para presentarlo como lo edificaron.
"Yo siempre estuve en contra de la reconstrucción del edificio. Eso no se puede hacer ya que su destrucción es un hecho histórico. Para conocer como era en realidad están los vídeos, libros y maquetas", subrayó el arqueólogo.
El experto recalcó que la función de la arqueología "no es voltear con nostalgia el pasado", ya que la historia de una país es un proceso que va del Neolítico a esta etapa industrial y conlleva una carga histórica que es necesario conocer.
Por último, el fundador del Proyecto Templo Mayor destacó la importancia de los museos para dar a conocer la historia y los descubrimientos, "con sensibilidad para transmitir los hitos" que se realizan al resto de la humanidad.
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melc